miércoles, 30 de septiembre de 2009

DERECHOS HUMANOS VALIOSOS

Si a Ud. le preguntan si considera que los derechos humanos son valiosos, seguramente responderá que sí.

Si ahondan preguntando y le dicen

-¿por qué?-

Ud. buscará respuesta en los valores intrínsecos de la humanidad, ética, moral, honestidad, serán palabras que indefectiblemente acompañaran el significado que dará.

En la Argentina el significado es mucho más simple y banal, los derechos humanos son valiosos… en términos de dinero.

Esta brutal acepción revela el cinismo con el cual las organizaciones dedicadas a explotar este vil negocio, madres y abuelas de plaza de Mayo, hijos e h.i.j.o.s., etc., se han dedicado fervorosamente.

La sangre derramada no sólo ha sido negociada sino que se ha convertido en un manantial inacabable de cuantiosas sumas que las adorables ancianitas juntan en sus pañuelos blancos y en cuentas bancarias.

La increíble ley que permite a la familia de un supuesto desaparecido cobrar una indemnización cercana al cuarto de millón de dólares que no debe devolverse si éste “apareciera” marca la cúspide del pingüe negocio al cual se han sumado entre otros, algunos jueces incluida una jueza de la Corte Suprema.

Los derechos humanos en la Argentina son tan valiosos que no se quiere dar a conocer quienes son los beneficiarios.

Así mientras se desclasifican documentos secretos de la lucha antiterrorista los referentes a indemnizaciones se guardan bajo siete llaves.

Tal es el nivel alcanzado de este “secreto de estado” que es más fácil saber si la presidente Cristina Fernández de Kirchner es abogada o no.

La decisión de una Cámara permite a las nobles viejitas hurgar en cualquier documento de adopción que ellas consideren necesarias en su empeño de llegar a ubicar la fantástica cifra de quinientos bebés sustraídos.

Tarea harto difícil después de haberse confirmado la cifra de siete mil desaparecidos, lo que indicaría que había quinientas embarazadas entre las filas terroristas.

La inventada abuelita Carlotto, que a pesar de su aparente distinción y sobriedad no le va a la saga a su ex compañera Bonafini, en cuanto a hipocresía y defensa de los “valiosos” derechos humanos.

Podemos decir que esta “valoración” ha permitido a muchos conseguir puestos políticos, que además se convirtió en una herramienta de apriete de manera tal que ningún político se atreve a opinar con sinceridad y libremente.

Así que estimado lector si alguien le pregunta por los derechos humanos en nuestro país no se gaste en buscar respuestas que tengan que ver con lo mejor del ser humano, sino con lo peor.

Puede responder políticamente sin que le cuestionen que:

los derechos humanos son muy pero muy valiosos.