Ningún argentino bien nacido, con dignidad y sentido de Patria puede dejar de indignarse frente a la actitud de la persona que ocupa el Ministerio de Defensa de la Nación, hoy Nilda Garre "Ex - Montonera" como Traicion a la Patria
Como de “total encuadramiento dentro de un estado democrático de derecho, en función de nuestros legítimos intereses nacionales” y comprometido con la paz y la seguridad internacionales” calificó Garré a la política del gobierno nacional en materia de Defensa. Evidentemente, para esta gente “estado democrático” significa destrucción de las instituciones que hacen al acervo histórico y cultural de una Nación, porque hasta donde ilustradamente se puede conocer, ningún país civilizado y con aspiración de desarrollo destruye a sus Fuerzas Armadas hasta el grado de convertirlas en una organización administrativa en el mejor de los casos.
Nada tiene que ver el Estado de Derecho con el estado de indefensión en que se halla la República Argentina y cualquiera que no comprenda este concepto ni siquiera entiende qué significa el valor estratégico de un país frente a sus vecinos.
El hecho de que no existan hipótesis de conflicto no amerita vituperar el brazo armado de un país; sin dejar de decir que esa ausencia de hipótesis no es más que una expresión de deseo.
Algo debe estar ocurriendo cuando hasta la vecina Bolivia, país al cual los argentinos gustan graciosamente denostar y considerar más atrasado acaba de invertir 100 millones de dólares en armamento.
Es un insulto a la inteligencia de los argentinos que la Ministro diga que “la política de defensa argentina se basa en la promoción de la democracia, el respeto por los derechos humanos, la autodeterminación de los pueblos, el apego al derecho internacional y el sistema multilateral”.
Absolutamente nada tiene que ver la democracia con la defensa del país; ninguno más democrático que el Brasil de Lula da Silva y sin embargo termina de firmar un acuerdo multimillonario con Francia para adquirir cinco submarinos, uno nuclear, diez aeronaves de carga y transporte de tropas y la transferencia de tecnología para la fabricación de cazabombarderos Rafale, además de 50 helicópteros.
Este acuerdo dotará al Brasil de mayor flota naval de América Latina.
Esto se debe a que Brasil –y el democrático Lula, reitero- ha decidido como política de estado aliarse a una nación del mundo desarrollado.
No menos es lo que está haciendo Chile que se está armando por varios motivos.
El primero es la obsolescencia de su material de guerra que debido a la enmienda Kennedy (eliminada hace casi una década) le impedía comprar armamento en casi todos los mercados internacionales, a pesar de lo cual lo hacía en los “mercados paralelos” a mayor costo y con dudosa calidad.
En segundo lugar, las exigencias que tuvo Chile de comprar ese armamento a causa de los conflictos regionales (1975.1976, 1978 y 1982), o sea, todos culpa de nosotros, que dejaron a las Fuerzas Armadas chilenas con un endeudamiento del que sólo salieron recientemente.
Pero lo más importante es que Chile sancionó la llamada “Ley del Cobre” por la cual se destina un 10% de las utilidades generadas por la venta del metal para la adquisición de material de defensa.
Y hay que pensar que el cobre en este momento adquirió un precio récord.
En este punto quiero hacer notar la flagrante contradicción en que incurre la ex montonera Garré cuando dedica varios párrafos de su discurso a describir las acciones de paz en que la República Argentina participa con sus soldados.
Un parte del gobierno trasandino dice precisamente que “la intención de las autoridades de participar más en misiones de paz internacionales, obligan a las FFAA chilenas a ponerse a la altura de estos países, incorporando tecnologías de punta”.
Huelgan las palabras para cualquiera con criterio.
Un informe del Ejército chileno advertía sobre la menor calidad y cantidad de material bélico respecto de sus vecinos, por lo que la mayor parte de las compras ha sido destinada a esa Fuerza que hoy ha logrado “una paridad cuantitativa e incluso una superioridad cualitativa”.
El aumento de los blindados obedece –según la misma especie chilena- “también a cambios en la doctrina de defensa, dado que la eliminación del “centinela que nunca duerme”, vale decir de nuestros campos minados fronterizos, los cuales nos obligan a eliminar la defensa de punto y a enrolarnos en una guerra más móvil.
De ahí la adquisición de nuevos misiles AT, tanques Leopard (el blindado más apetecido por cualquier ejército), blindados M-113 y los YPR-765, más artillería autopropulsada M109 (…), aviones F-16 y submarinos de la serie Sorpene” y sigue la lista.
Basta acudir a Internet para sorprenderse de qué material están hablando.
Bolivia, país donde el Servicio Militar es obligatorio “pensando en sus conscriptos” reemplazará material peligroso por su obsolescencia y están considerando la oferta de un crédito de Rusia para compra de un conjunto de armamentos y hasta un avión presidencial de U$S 30 millones.
La República Argentina no invierte en armamento desde 1995 aproximadamente cuando se compró material bélico para reemplazar el perdido en Malvinas.
En la faz política, en esa década se anularon como hipótesis de conflicto a Chile y Brasil.
Entonces se adquirieron 36 aviones caza bombarderos a EEUU (de descarte, se entiende) y desde ese momento el presupuesto de las FFAA sólo alcanza para el mantenimiento…y eso, porque hasta dónde más o menos se sabe, de esos 36 aviones, sólo están operables “seis o siete”.
La Defensa Nacional El propio General Perón supo decir que “la preparación de la Defensa Nacional es obra de aliento y que requiere un constante esfuerzo realizado durante largos años:
La guerra es un problema tan variado y complejo que dejar todo librado a la improvisación en el momento en que ella se presente significaría seguir una política suicida”.
(“Perón habla sobre Defensa Nacional” Presidencia de la Nación-Conferencia en la Universidad de la Plata-junio 1944)Vale decir que cuando hablamos de Defensa Nacional estamos abordando un concepto superior, que rebasa el simple hecho del militarismo o más aún de una ideología política; estamos hablando de la defensa de la Patria y de todos los que estamos dentro de ella.
La Defensa Nacional es una cuestión de Estado que está por encima de discusiones sobre variables económicas, sociales, de producción o lo fuera; aquí pivotea el concepto de nacionalidad de un pueblo respecto del cual no caben opiniones divergentes; es una mística que debe servir como aglutinamiento para constituir la unidad nacional.
Quien piense que este discurso es rayano en el idealismo debería recordar nuestras actitudes el 2 de Abril de 1982; entonces a nadie le importó que gobernaran los militares y una Plaza de Mayo desbordada representó a un país que desde todos los rincones vivaba a Galtieri.
¿O no?“Frente a la Defensa Nacional es necesario establecer una perfecta tegua en todos los problemas y luchas interiores, sean políticos, económicos, sociales (…) para perseguir únicamente el objetivo que encierra la salvación de la Patria” (Perón ob cit)
Es un dato de la historia que los pueblos que se han desguarnecido en algún momento han pagado caro ese error.
Las Fuerzas Armadas tienen un rol en la sociedad que es precisamente la Defensa de la Nación, lo dicta la Constitución y ésta es una tarea de las más difíciles y en la que no cabe la improvisación sino el continuo adiestramiento, máxime en estas épocas donde la tecnología avanza más rápido que la adquisición de equipos.
Estos conceptos serán imposibles de ser comprendidos por quienes no hayan estudiado la historia de nuestro país de cuyos restos aún nos enorgullecemos, verán pues, que la construcción del país ha sido mayormente obra de militares y que cuando llegaron al gobierno por la vía democrática se preocuparon de fortalecer a su Ejército.
Bartolomé Mitre formó a propósito de la Guerra de la Triple Alianza la simiente del primer Ejército Nacional y Sarmiento fundó el Colegio Militar de la Nación porque era necesario formar oficiales para defender la Patria.
En 1806, Belgrano se avergonzaba de no contar con un ejército y él mismo de no tener formación militar, al punto que contrató un maestro en el arte de las armas.
Lo que pasó después de 1930 no tiene nada que ver con esto que digo, aquellos fueron hombres equivocados, tentados por la gloria y ennvanecidos por la soberbia que se salieron de cauce y arrastraron tras de sí el prestigio del Ejército Argentino.
Si miramos las cosas desde ese punto la lista de políticos que debiéramos infamar y encarcelar sería voluminosa y no por eso renegamos de la democracia.
Mientras tanto, nosotros aplaudimos en los desfiles el paso de los tanques AMX-13, vehículos que hoy están en las plazas de Francia rodeados de flores, seguimos utilizando los magníficos fusiles FAL, pero que ya están superados, y así podríamos hacer una larga lista.
Queda denunciar y no creo que haya otro término, el discurso de la Ministro de Defensa como una afrenta y una burla a la sociedad argentina, porque no cabe aquí la discusión entre argentinos sobre los militares y su pasado político, eso es un juicio que la historia deberá fallar, porque la justicia de los tribunales tampoco es imparcial en este sentido.
Hoy gobiernan los que antes y primero que nadie dispararon contra argentinos y provocaron la reacción desmesurada de un grupo de fanáticos vestidos de militares.
Tal vez nos merecemos este gobierno y el trato que nos dan, porque somos volubles y desmemoriados.
Hay un grupo de argentinos que dejó la vida y partes de sus cuerpos en Malvinas y recién después de medio siglo y demasiados muertos están comenzando a recibir algún tibio reconocimiento de parte de los mismos que en esos días se agolpaban frente a las puertas de los cuarteles para anotarse como voluntarios; y no hubo argentino que algo no hiciera o donara para contribuir a esa Guerra.
La realidad es esta, estamos indefensos frente a vecinos que se arman con la más moderna tecnología; aliados ideológicamente con un deschavetado grandilocuente y megalómano, surtiéndonos de filosofía cubana, un enclave perdido en el mundo del pensamiento.
Un gobierno que apuesta a una línea de izquierda pero negocia en beneficio propio el patrimonio nacional como los más feroces capitalistas.
Nadie se da cuenta porque la educación que tienen las generaciones más jóvenes es tan decadente que les impide leer un periódico y comprender qué está pasando.
Seré tal vez criticado, pero no quiero sentir el reproche interno de no haber denunciado públicamente el desguace de la PATRIA.-