viernes, 4 de septiembre de 2009

A Ud., SEÑOR JUEZ

Me dirijo a Ud, Señor Juez,

Luego de tantos años sometido a un proceso bajo su jurisdicción, acusado por "delitos de lesa humanidad", de dudosa vigencia, para decirle que cada día, siento que mi vida, mi patrimonio y los sentimientos de mis afectos le pertenecen.

Y digo esto, porque Ud. dispone
- de mi salud,
- del arbitrio de negar mis pruebas,
- de mis bienes, embargados por montos absurdos y hasta cómicos,
- y hasta del final de mi vida, condenándome al "abandono", con el que ejecutó a varios de mis camaradas

No se olvide Ud., Señor Juez


Que al momento de ser encausado, y muy a pesar del repudio que le causo, era yo una persona de bien.

Que estudie gracias al esfuerzo de mis padres inmigrantes, que lucharon y le dieron hijos a esta Patria, que también resultó la suya.

Que me esforcé para ingresar en una noble institución armada de la República.
Que por ello fui el orgullo de mi familia y de sus allegados.

Sepa Señor Juez que

Serví muchos y largos años a la Nación, en todo tiempo y lugar, sin haber jamás salido de mi boca ni cruzado por mi mente un sola queja o reproche.

Porque un joven no ingresa a una institución militar con la idea de enriquecerse, sino con una irrevocable vocación de ser útil a su Patria en el más explícito de sus significados etimológicos:

"Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone", a pesar que mi actual Comandante no lo reconozca.

Aún hoy, desde mi celda, me emociono al recordar la ceremonia de pabellón enmarcada por la Oración a la Bandera, o la Retreta ante un ocaso arrebolado.

Me tiembla el alma, con el mismo fervor y sentimiento, que me conmovía cuando cadete.

Señor Juez,

Como Ud habla por sus sentencias, he inferido que no entiende lo que es "ser militar", porque no sabe, ni le interesa y quizá lo desprecie.

Significa,

- estar preparado y dispuesto para defender a la Patria hasta perder la vida
- llevar una vida de sacrificios,
- traslados a zonas inhóspitas,
- desarraigos e incomodidades personales y familiares,
- satisfacerse con el deber cumplido
con el fin de concretar el mandato constitucional de "proveer a la defensa común".
Le hago saber Señor Juez que,

Vivo asombrado por la cantidad de asesinos, ladrones reincidentes y drogadictos irrecuperables, peligrosa tropa malviviente, judicialmente protegida, que matan ancianos para robarles una magra pensión, o a jóvenes por un par de zapatillas, que su justicia absuelve, mientras a mí me condena.

Para las lacras sociales se cumple a rajatabla con el Pacto de San José de Costa Rica, pero para un soldado sólo existe la negación reiterada, porque para su mal formado criterio jurídico, enturbiado por su ideología, soy de "extrema peligrosidad".

Considera Ud. Señor Juez

- Qué, cumple con el mandato de proveer justicia, como le exige la República ?,
- Qué esta siendo ecuánime, manteniendo sin condena a ciudadanos de edad avanzada durante años, en cárceles malolientes, insalubres, vejatorias, indignas e inadecuadas?

No se da cuenta Ud. Señor Juez,

- Que en un país donde no existe la pena de muerte , nos está condenando a ella en una forma sofisticada pero directa e irreversible?
- Que todo lo actuado hasta la fecha esta viciado de nulidad absoluta por no respetar principios básicos de la justicia universal.

Para su conocimiento Señor Juez,

He vivido gran parte de los avatares políticos acaecidos en nuestra sufrida República,

- No cree Ud. que todos los ciclos, como el actual, culminan ? y
- No intuye que lo pueden a acusar de "prevaricato"?

Téngalo por seguro que mis hijos, y no yo, porque mi salud quebrantada no me lo permitirá, que emigraron y sufrieron el escarnio por acoso de los miserables que medran con su farsa judicial, dedicarán el resto de sus vidas a limpiar mi nombre y a que Ud. y sus hijos sufran lo mismo o más de lo que ellos sufrieron.

Recapacita Señor Juez,

Todo lo que vulneran Ud. y sus colegas farseando el juzgamiento de tanta gente inocente?

Recuerde que está impidiendo ex profeso, a muchos inocentes, el goce en plenitud de sus últimos años junto a sus esposas, hijos y nietos.

Ud. será responsable de estos actos de explícita venganza a los que nos somete.

Señor Juez,

Siento lástima por Ud., por prestarse a vulnerar la justicia que mañana lo juzgará con todas las garantías que no me dio.

Quizá Ud. no sufra la burla tenaz a la que me sometió, pero como manifiesto vengador que es, le sugiero que cave dos tumbas, como reza el proverbio,

una para mí y la otra para usted.