Marxista-leninista
El Dr. Angel F. Robledo,quien fuera ministro de Defensa del gobierno del General Juan Domingo Perón, según lo publicado en el diario La Nación, del 4 de agosto de 1980, en una entrevista televisiva que se le hiciera, manifestó, entre otras cosas: “ …
Quedaron superadas (respecto al retorno de Perón a la Argentina) las dificultades que se podían presentar con la juventud, que el general denominaba formaciones especiales, las cuales sustentaban un enfoque abiertamente marxista-leninista y con directivas y aspiraciones internacionales y en definitiva el peronismo (el General Perón) aceptó su aporte.
Eso me lo confesó un día conversando e! general Perón, sencillamente porque eran los enemigos de sus enemigos, vale decir, los tuvo que aceptor como aliados inevitables y esos aliados inevitables terminaron resultando, a !a postre, aliados carísimos.
(Guerra Revolucionaria en la Argentina, 1959/1978, del general de división Ramón Genaro Díaz Bessone, Círculo Militar, 3ra. Edición, Buenos Aires, 1966, Pág.115)
Ya señalamos que el dictamen de la Procuración General, respecto a que a los subversivos, al no depender del Estado Argentino, no se le pueden imputar delitos de Lesa Humanidad, es un verdadero agravio hacia quienes son las víctimas reales del terrorismo subversivo o sea a la población civil.
No a las “inventadas” víctimas, no a los pseudo-damnificados de origen mercantilista, sino los reales damnificados por los crueles, aberrantes y sangrientos ataques, lo que constituyó en nuestro país, la denominada en el derecho internacional “población civil”, que es algo distinto al núcleo de guerrilleros subversivos.
Núcleo éste de civiles armados, que se destacaban por mezclarse entre la población civil, a fin de mimetizarse y de esta forma eludir la persecución estatal.
Estos “mezclados” consiguieron tal éxito que, en definitiva, aparecieron como las “víctimas” de la locura sanguinaria que espontáneamente brotó en las Fuerzas Militares Argentinas, presas de un rapto demencial que las llevó a matar y matar, sólo por “placer”.
El Procurador inventa un vallado contra el cual se estrellan las pretensiones de las víctimas de la colocación de bombas, de sus asesinatos y lesiones gravísimas.
No podemos pasar por alto, no podemos ignorar, no podemos fingir que no existe una circunstancia que creo es medular, para fundamentar la inopia Fiscal.
En efecto, volvemos a recordar que, actualmente, se encuentran sometidos a juzgamiento ante los estrados de la Corte Penal Internacional, al menos una decena de personas que no ocuparon absolutamente nunca, funciones en un Estado, ni fueron nunca paramilitares.
Me remito a lo referido precedentemente, en cuanto a sus identidades.
Es decir, simples ciudadanos, integrantes o jefes de organizaciones, sin ninguna relación con un Estado, cuyos miembros están imputados de violar los Derechos Humanos.