martes, 3 de noviembre de 2009

LA REFORMA POLITICA ENFRENTA A ...

LOS PARTIDOS CHICOS CON LOS GRANDES
El proyecto oficial amenaza la subsistencia de la mayor parte de los partidos.
Mario Mazzitelli, Secretario General del Partido Socialista Auténtico, que integra Proyecto Sur, desarrolla la crítica al proyecto en un documento que titula Golpe de Estado Institucional.
Estas son sus partes principales.
El proyecto de ley enviado por Cristina Kirchner, bajo el título de Reforma Política es un golpe institucional contra la República, transformándose, en lugar de un instrumento de democratización de los partidos, en un arma proscriptiva con que el gobierno elimina adversarios de cara a la próxima contienda electoral.

El artículo 11 propone una modificación al art. 53 de la Ley 23.298, mediante la cual caerían las personerías jurídico-política de 26 partidos.
Quieren impedir que surjan fuerzas que desafíen al bipartidismo.

En su artículo 82 sostiene:
“Para mantener la personería partidaria, los partidos políticos de distrito y los partidos políticos nacionales, deben mantener permanentemente el CUATRO POR MIL (4º/ºº) de los afiliados al 31 de diciembre de 2009.”

Es decir, un requisito que nunca fue motivo de caducidad, se transforma en el arma proscriptiva con que el gobierno elimina adversarios de cara a la próxima contienda electoral.

En el artículo 7 bis, se reafirma la idea.-
“Para conservar la personería jurídico-política, los partidos políticos deben mantener en forma permanente el número mínimo de afiliados.
El MINISTERIO PÚBLICO FISCAL
verificará el cumplimiento del presente requisito, en el segundo mes de cada año, e impulsará la declaración de caducidad de la personería jurídico-política cuando corresponda”.

El artículo 11 propone una modificación al art. 53 de la Ley 23.298.:
“En caso de declararse la caducidad de la personería política de un partido reconocido, en virtud de las causas establecidas en esta ley, podrá ser solicitada nuevamente, a partir de la fecha de su caducidad y luego de celebrada la primera elección nacional,…….”
. Es decir para el año 2013.

De esta manera caerían las personerías jurídico-política de 26 partidos.

Quieren impedir que surjan fuerzas que desafíen al bipartidismo.

Si se superara este primer escollo, espera otro a los 12 meses.
En este caso se eleva para los partidos nacionales del CUATRO (4) por mil al CINCO (5) por mil, el número de afiliados en por lo menos 5 distritos.
Un incremento del 25% en el número de afiliados. Art. 7.

Pero se agrega un requisito nuevo. Art. 8: “……acrediten que la suma total de sus afiliados en todos los distritos donde tengan reconocimiento no sea inferior al UNO POR MIL (1º/ºº) del total de los inscriptos en el Registro Nacional de Electores,….”
Obsérvese que solo se pueden sumar los afiliados de los distritos con reconocimiento jurídico-político, quedando excluidos los afiliados de los distritos con trámites de reconocimiento.
En la actualidad un partido político puede tener su reconocimiento con menos de 20.000 afiliados según sean los distritos donde tenga personería.
A partir de ahora tendrá que superar en forma permanente los 28.000.

Si se llegaran a superar estas vallas, dispuestas con premeditación y alevosía en momentos en que los juzgados de casi todo el país imponen condiciones cada vez más exigentes para presentar una ficha de afiliación, vienen otras normas no menos difíciles.

Un partido no estará “ya” en condiciones de presentar candidatos a cargos electivos nacionales.
Deberá cumplir con los requisitos del art. 15: “…
Para presentar precandidaturas a Presidente y Vicepresidente de la Nación, la cantidad de adherentes no puede ser inferior al UNO POR MIL (1º/ºº) del total de los inscriptos en el padrón general, domiciliados en al menos CINCO (5) distritos.

Además:

En la presentación para precandidaturas a Senadores y Diputados nacionales, la cantidad de adherentes no podrá ser inferior al DOS POR MIL (2º/ºº) del total de los inscriptos en el padrón general de cada distrito electoral, hasta un máximo de UN MILLÓN (1.000.000)”.

No alcanza con ganar.

A partir de ese momento estará en condiciones de ir a primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias.
Pero nadie será electo automáticamente.
Después de cumplimentar un número significativo de trámites burocráticos para oficializar las precandidaturas habrá que concurrir a elecciones primarias.
Y no alcanza con ganar.
Hay que cumplir con el Art. 34:
“El derecho a oficializar una candidatura para la elección general, por una agrupación política, se perfecciona mediante la aptitud electoral.
La aptitud electoral para la elección de Presidente, Vicepresidente, Senadores y Diputados de la Nación, se obtiene cuando dicha agrupación política alcanza un total de votos igual o superior al TRES POR CIENTO (3%) de los votos válidamente emitidos en el distrito.”
Es decir que en una elección nacional debería superar en dicha interna algo así como los 600.000 votos.

Pero nada termina allí.
Suponiendo que todos estos obstáculos pudieran ser superados, para mantener la personería se impone un requisito que supera a la mismísima dictadura militar.
Efectivamente en la Ley de la dictadura era motivo de caducidad no alcanzar en dos elecciones consecutivas el 2% de padrón.
Tras los debates durante el anterior intento de reforma política, el Congreso Nacional entendió por amplia mayoría que se trataba de un requisito antidemocrático y autoritario, por eso lo derogó.
En el proyecto del Ejecutivo en su Art. 9 se repone inc. “c” de la dictadura, del Art. 50 de la Ley 23.298, acentuado.
Dice: c) No alcanzar en DOS (2) elecciones nacionales sucesivas un número de votos igual o superior al TRES POR CIENTO (3%) del padrón electoral del distrito que corresponda.”
Ahora quien no supere en dos elecciones consecutivas los 900.000 votos verá caducar la personería.

Este golpe institucional atenta contra el espíritu de la Constitución Nacional.
En el Art 94 nuestra CN establece:
“El Presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el pueblo, en doble vuelta, según lo establece esta Constitución……”
Es decir que se previó una primera vuelta en la que participan todos los candidatos consagrados por los partidos y alianzas legalmente constituidos, y si no se cumplen las condiciones de superar el 45% de los votos, o en su defecto el 40% y una diferencia de más de 10 puntos con el segundo, se va a segunda vuelta.
Como Néstor Kirchner es consciente que en una elección general no puede ganar en una primera vuelta, cree que, manejando la caja del Estado puede ganar la interna del PJ, y desde allí dirimir la cuestión con un candidato de la UCR.
Esquema que pretende tenerlo a él como representante del centro-izquierda y ubicar en el centro-derecha al candidato radical.
Todo muy primitivo.
Pero muy peligrosos.
¿Aceptará la UCR estas reglas de juego?
¿O se parará en sus mejores tradiciones democráticas y las rechazará por ser parte de un armado autoritario y discriminatorio?

“Sellos de goma” ha dicho el Ministro del Interior Florencio Randazzo sobre los partidos políticos pequeños.
Salvó de esa categoría solo a 7.
El PJ, la UCR, el FG, la CC, el PS, el PRO y ACS.
La presidente se refirió a “agrupaciones personales o clubes de admiradores”.
En los considerandos del proyecto de ley ratifican que de 33 partidos nacionales, solo 7 cumplen con el número de afiliados que impone la Ley 23.298.
Van desenvolviendo los argumentos para justificar el ataque.
No obstante para no quedar en evidencia dicen que “todos los partidos con representación parlamentaria participaron del diálogo:
PJ, UCR, Unión-Pro, Acuerdo Cívico y Social, Consenso Cívico y Social, Consenso Federal, Coalición Cívica, Propuesta Republican, Partido Celeste y Blanco, Recrear para el Crecimiento, ARI-Tierra del Fuego, Nuevo Encuentro, Partido Autonomista, Unión por San Juan, PA, Partido Solidario, PI, PS, MID, PDC, entre otros”.
Falso.
Faltan a la verdad cuando dicen que “todos” participaron del diálogo, el movimiento Proyecto Sur y sus partidos con reconocimiento el PSA y BA para Todos, no estuvimos.
Felizmente no estuvimos, porque no se trato de un diálogo sino de una trampa en la cual intentaron usar de cómplices a varios partidos para encubrir la embestida.

Según el artículo 38 de la Constitución Nacional:
“Los Partidos Políticos son Instituciones Fundamentales del Sistema Democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.”

Si en la Argentina existen 33 partidos nacionales, es porque han cumplido los requisitos constitucionales y legales para la obtención de su personería jurídico-política.
Y en el contexto de la legislación actual no han dado motivo para la pérdida de la misma.

La legislación electoral al servicio del poder de turno

Si algo hemos vivido durante estos años es la manipulación más grosera de las reglas de juego.
El pacto de Olivos en 1994 es una de las mayores muestras.
Todo estaba detrás de la reelección de Menem.
Pero no quedó allí.
Duhalde durante su breve presidencia violentó todas las leyes.
Promulgó y suspendió la ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias para que el PJ pudiera presentar 3 candidatos a presidente.
Desfinanció desde el Estado al resto de los partidos para polarizar la elección conforme su conveniencia de coyuntura.
Kirchner superó a su progenitor.
En 2006 derogó la ley de internas abiertas para designar con el dedo a su mujer como candidata del PJ en 2007.
Ya para el 2009 no dejó trampa por hacer, adelantó las elecciones, fue candidato sin reunir las condiciones que exige la Constitución de la Provincia , armó listas colectoras y espejo, alentó candidatos testimoniales.
Con todo perdió en los 5 distritos más grandes del país.
Preanuncio de una derrota en 2011, manipula las reglas de juego a su antojo.
Como en una devolución de cortesías dentro del matrimonio presidencial “Cristina” que dijo venir a mejorar la calidad institucional de la Argentina se presta a la maniobra, para que “Néstor” pueda ser candidato.

La maniobra está destinada al fracaso.
Más tarde o más temprano.
Argentina debe tener reglas claras y estables.
Producir cambios en función del interés particular de un sector erosiona la democracia.
La lleva a perder amplitud, diversidad, ejercicio de la libertad.
Restarle opciones a nuestro pueblo mediante la proscripción política recuerda los momentos más oscuros de nuestra historia.
Y cabe recordar que cuando los canales de la participación se cierran, se abren los de la resistencia violenta.
Y sobre eso tenemos demasiada memoria como para no defender la más amplia participación popular como fundamento de la democracia, de la paz, la justicia y el bienestar general.