jueves, 19 de noviembre de 2009

ABOGADOS CATOLICOS CONTRA MACRI Y EL MATRIMONIO GAY

Se presentó ante la justicia la Corporación de Abogados católicos.
En marzo de 2006, el Papa Benedicto XVI enunció tres principios que no son negociables para un católico en la vida pública: el derecho a la vida, la estructura natural de la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijos.
Son tres principios que hoy interpelan a todos y cada uno de los católicos argentinos.
Macri cruzó la línea roja de los principios no negociables.
Los macristas católicos ¿de qué lado de la línea están?

Con fidelidad al Magisterio, la Corporación de Abogados Católicos apeló y reclamó la nulidad de la sentencia que autorizó el matrimonio de Alejandro Freyre y José María Di Bello.
Confían en que la medida sea dejada sin efecto en instancias judiciales superiores.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ing Mauricio Macri, se solidarizó con la sentencia mediante manifestaciones públicas que fueron repudiadas por los abogados católicos.
Afirman que sus expresiones revelan relativismo moral y pragmatismo hedonista.

Constituyen -dicen- un alzamiento contra el orden natural, objetivo y trascendente, cognoscible y observable por los hombres y las mujeres de buena voluntad, cualesquiera fueren sus convicciones religiosas.

A continuación el texto completo del comunicado:

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ingeniero Mauricio Macri, ante la sentencia de una jueza en lo contencioso administrativo que declaró la inconstitucionalidad de los Arts. 172 y 188 del Código Civil que vedan el acceso al matrimonio a dos personas del mismo sexo, declaró públicamente que adoptó la decisión de no apelar esa resolución judicial porque privilegia el derecho de cada uno a decidir aquello que lo hace más feliz.
Agregó el Ingeniero Macri que “es importante que adoptemos y convivamos con esta nueva realidad, que es la dirección en la que va el mundo en cuanto a salvaguardar el derecho de cada persona a elegir libremente con quien formar pareja y ser feliz”.

Las expresiones del Jefe de Gobierno constituyen un alzamiento contra el orden natural, objetivo y trascendente, cognoscible y observable por los hombres y las mujeres de buena voluntad, cualesquiera fueren sus convicciones religiosas.
Revelan un relativismo moral y un pragmatismo hedonista incompatibles con los principios que sirven de sustento a la Constitución vigente, cuyo artículo75 inciso 22 otorga jerarquía constitucional a instrumentos internacionales que adhieren a una visión de la familia y el matrimonio en pugna con la sentencia consentida y elogiada por el Ingeniero Macri.

No está en controversia el principio de reserva, que declara a las acciones privadas exentas de la autoridad de los magistrados.
Lo que está en juego es el orden natural que inspiró a nuestros constituyentes y que consagra que sólo pueden contraer matrimonio un hombre y una mujer y no dos personas del mismo sexo.

En cuanto al argumento del Ingeniero Macri en el sentido de que el mundo se encamina hacia la desnaturalización del matrimonio, tal como se lo conoció durante milenios, debe señalarse que se trata de un verdadero sofisma fácilmente refutable.
En efecto, se observan hoy otras tendencias lesivas del orden natural como la creciente desintegración de la familia, la difusión de la drogadicción, el incremento del terrorismo, la práctica criminal del aborto y la eutanasia, etc.
Con el enfoque del Jefe de la Ciudad de Buenos Aires, en lugar de luchar para que el mundo vuelva al cauce del orden natural habría que rendirse ante esas corrientes regresivas, destructoras de la civilización y del genuino progreso moral y material.

La Corporación de Abogados Católicos deplora la actitud asumida por el Gobierno de la Ciudad y, habiéndose presentado apelando y reclamando la nulidad de la sentencia, confía en que la correcta hermenéutica de la Constitución, los tratados internacionales y el Código Civil será restablecida en las instancias superiores.

Eduardo A. Sambrizzi, Presidente
Guillermina M. C. de Fuschini Mejía, Secretaria
NOTIVIDA