sábado, 16 de agosto de 2008

CORREO ARGENTINO
CARTA DOCUMENTO
Nº 4010905100
Yerba Buena, Tucumán, 15 de Noviembre de 2006
Al Jefe del Estado Mayor General del Ejército
Tte Grl. D. Roberto Fernando Bendini
PRESENTE
Cuando el 10 de diciembre de 1974 - en plena vigencia de un gobierno constitucional - la delincuencia terrorista se llevaba de un zarpazo traicionero, cruel e inhumano las vidas de mi esposo, My (pm) Humberto Antonio Viola y de mi hijita María Cristina, de tan solo tres años, la Patria se cobraba, ahí, en el campo de batalla de una sucia guerra iniciada por ideólogos del terror, una de las facturas más perversas de la historia de la llamada "Década del 70".
Fueron dos vidas que, por lo cobarde y cruento del atentado, marcaron a fuego el triste pasado de nuestra nación. Este hecho fue mucho más allá que los secuestros, que los atentados, que los crímenes, que la pesadilla que ya había desatado la delincuencia subversiva en el país.
De ahí en adelante, el asesinato de mis dos seres queridos fue un símbolo para toda la ciudadanía de bien, para toda la ciudadanía que a partir de entonces supo a que debía atenerse, que clase de lucha tenía que enfrentar.
En lo personal, tuve que asumir con fortaleza y toda la ayuda de Dios, el difícil oficio de vivir.
Sin embargo, ¡La Patria se salvó!
Cómo no salvarse si desde el Cielo había un SOLDADO, sí, así, con mayúsculas, custodiándola. Un soldado que ofrendó su vida luchando por defender no solo a nuestra familia que estaba siendo diezmada por las balas asesinas, sino también por su país, por su gente, por su tierra.
Cómo no salvarse sí en el Cielo había un ANGEL más en el Ejército de Díos, María Cristina, que la protegía, que nos amparaba, que nos bendecía con sus manitas inocentes y que, seguramente, por ser tan pequeña, ÉL le concedía todo aquello por lo cual intercedía.
Desde aquel fatídico 1º de diciembre, todos los años, indefectiblemente y sin tener en cuenta las condiciones c1imáticas, la Institución que hoy Ud. dirige, llevó a cabo los actos en homenaje a este soldado de la Patria y a su hijita, que entregaron sus vidas en aras de una Argentina Libre de toda ideología foránea y contraria al sentir cristiano que siempre caracterizó a nuestro pueblo profundamente católico.
En el último homenaje, realizado el 1º de diciembre de 2005 en el Cementerio de Yerba Buena, Provincia de Tucumán, fue notable la diferencia que observé respecto de los homenajes de años anteriores. ¡Con que liviandad y ligereza se "homenajeó." a los caídos!
No me queda duda alguna que fue el resultado de órdenes superiores.
Como tampoco me quedan dudas que por la misma razón los oficiales y suboficiales que asistieron al acto fueron vestidos de civil SIN UNIFORMES. jQué tamaño irrespeto!
En la página web del Sitio Oficial del Ejercito Argentino la propia Institución, en In Memorian, reza textualmente
"El Ejército rinde su más sentido y profundo homenaje a los caídos en las luchas internas de las décadas del 70 y 80. Lo hace para mantener vivo el recuerdo de los oficiales, suboficiales y soldados que ofrendaron lo más valioso que un ser humano puede dar: su propia vida. Su memoria permite valorar las irreparables pérdidas sufridas durante esos años de enfrentamientos fratricidas".
¡Que distancia abismal separa tan hondas y sentidas palabras con las mezquinas actitudes asumidas en los homenajes!
Me pregunto: ¿Por qué? Cuál es la razón, si existe alguna, que pueda yo entender? Dónde quedaron los profundos valores inculcados en El Palomar, sede del glorioso Colegio Militar de la Nación? ¿O es que acaso el My (pm) Humberto Antonio Viola, caído en defensa de los intereses de la Patria no tiene ganado el derecho de ser homenajeado con Honor y Dignidad?
O es que solamente gozan de tan alto privilegio por parte del Ejército los subversivos muertos, como quedó plasmado en el acto llevado a cabo en el Instituto Dámaso Centeno, dependiente de esa Institución, para recordar a "desaparecidos" en los años 70, llegándose, inclusive, a colocar una placa en memoria y homenaje a terroristas?
Pero no podrá Ud. explicarme lo ínexplicable. Es por todo ello el profundo sentimiento de decepción que me invade y me provocan estas espurias situaciones.
Atento al supuesto de que esa Fuerza Ejército haya previsto la ejecución de algún tipo de acto:SOLICITO A UD. Y POR SU INTERMEDIO A SUS SUBALTERNOS QUE SE ABSTENGAN DE REALIZAR ANTE LA TUMBA DE MIS MUERTOS QUERIDOS NINGÚN HOMENAJE INSTITUCIONAL.
Humberto y Maria Cristina merecen, en un homenaje, el más Grande Respeto No permitiré que nadie que carezca de valor para hacerse cargo de sus acciones, ni siquiera pise la tierra donde yacen dos Grandes de Espíritu y Moral.
Atentamente.
MARIA CRISTINA PICON
YERBA BUENA - TUCUMAN
Yo no creo en las casualidades
(ni respeto a los cobardes)
"Los jóvenes militares…no deben cargar con la mochila ensangrentada de la que otros son responsables…”. (Presidente Kirchner - 17 de noviembre de 2.006).
Casualmente un 17 de noviembre, pero de 1972, fue asesinado el Cabo Primero Furriel (post mortem) Juan Luís Contreras, en el intento de copamiento terrorista montonero a la ex-ESMA. Su asesino, según las crónicas: Julio César Urien, impune con honores presidenciales.
Casualmente, el entonces guardiamarina Julio César Urien, es hoy presidente de la empresa estatal Astilleros Río Santiago.
Y casualmente, un 17 de noviembre de 2.005, fue Kirchner quien le devolvió a Urien, y con honores, su “mochila ensangrentada” de los 70. Fue en un acto pomposo en la Casa de Gobierno. Le devolvió su grado militar, lo ascendió, y le pagó todos los sueldos "atrasados" por un valor de $ 500.000, ante el mutismo de los cobardes.
“Agradezco profundamente en esta reivindicación que hacemos con los señores, amigos y compañeros guardiamarinas que participaron de aquella protesta, de aquella levantada contra las instituciones, de la Escuela Mecánica de la Armada, el 17 de noviembre de 1972…Cuando me votaron presidente, no nos estaban votando a nosotros, le estaban dando otra oportunidad a los sueños de una generación de la que muchos ya no están y los que quedamos tenemos que cumplirlos…” dijo Kirchner en aquél acto de reivindicación asesina, casualmente, sobre la jornada donde Urien, según las crónicas, asesinó al Cabo Contreras.
La familia del Cabo Contreras, casualmente, jamás recibió indemnización del estado.
Y casualmente este viernes, mientras el presidente instaba a los jóvenes aspirantes en la Base Belgrano, a “no cargar la mochila ensangrentada de la que otros son responsables”, ese mismo día, en la iglesia catedral de Mar del Plata, se celebraba una misa recordatoria en memoria del Cabo Contreras.
Sr. Presidente, a los que luchamos por la Memoria, la Verdad y la Justicia, pero de los que defendieron la Patria de la barbarie terrorista, nos será imposible no cargar la mochila, ensangrentada por los terroristas asesinos que usted hoy, casualmente, reivindica con honores.
A los Sres. oficiales allí presentes les digo: hay que ser muy turro…o muy hijo de puta, para olvidar la memoria de los camaradas muertos. Y hay que ser muy cagón, para escuchar las reivindicaciones y los honores de los terroristas asesinos, en posición de firme…y con la boca cerrada.
Mientras los terroristas asesinos de los 70 sigan impunes, o reivindicados públicamente con honores, es obligación gritar la Verdad Completa.
La memoria orgullosa de nuestros héroes, los muertos y los detenidos, todos, exige cargar, con orgullo, aquellas mochilas que ensangrentaron los terroristas.
Horacio Palma
hdpalma@ciudad.com.ar

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