jueves, 28 de agosto de 2008

ATAQUE AL REGIMIENTODE MONTE 29 FORMOSA

Montoneros ataca a un Regimiento del Ejército Argentino.
El 5 de Octubre de 1975, día domingo y en horas de la tarde, cuando la masa de los efectivos se encontraban franco de servicio, Montoneros, organización declarada ilegal por el gobierno Constitucional el 8 de septiembre de 1975, llevó a cabo la más importante y compleja operación militar realizada hasta el momento, denominada “Primicia”.
El plan consistía en un ataque para copar el Regimiento de Infantería de Monte 29 sito en Formosa con la finalidad de robar armamento y lograr un gran impacto psicológico en la población.
En el libro “La Voluntad”, sus autores, Eduardo Anguita (ERP) y Martín Caparrós (Montoneros), señalan que: “Desde tiempo atrás la organización había decidido dar un nuevo salto cualitativo en su estructura: la construcción formal de un “ejército Montonero” que, decían, sería un ejército popular que se convertiría en un ejército regular instruido y capacitado en el manejo de armamento pesado para encarar operaciones de envergadura y complejidad superior”.
Expresamos que fue una operación compleja debido a la cantidad de efectivos y medios empleados, lo complicado de su planeamiento, las características del blanco y los objetivos que perseguían.
En su planeamiento y ejecución, debieron resolver distintos problemas que le planteaba el concepto de la operación a realizar:
Secuestrar un avión de línea en vuelo para utilizarlo como vehículo de evasión y transporte del armamento sustraído.
Robar otro avión más pequeño (para evacuar a los jefes en caso de fracaso del intento) copar el aeropuerto local mientras se iniciaba el ataque por sorpresa al regimiento con 70 combatientes llegados sincronizadamente de diferentes lugares.
Después de robar el armamento, replegarse al aeropuerto, cargar las armas y al personal participante y despegar de inmediato para aterrizar en un campo de la provincia de Santa Fé y desde allí, empleando vehículos propios dispersarse y trasladar el armamento a depósitos ya previstos.
Los efectivos que atacaron el cuartel provenían de distintas partes del país y por ello tuvieron que utilizar 5 bases de operaciones (Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa).

En el ataque se utilizaron alrededor de 60 combatientes y más de 10 vehículos, variadas armas de fuego, explosivos y elementos de comunicaciones.
Para el planeamiento y ejecución contaron con la complicidad del soldado Mayol –miembro de Montoneros- que cumplía el servicio militar en el Regimiento y que, traicionando a sus compañeros de conscripción, hizo de entregador y facilitó el ataque donde murieron, entre otros, 10 soldados.
El ingreso al regimiento lo hicieron por la puerta posterior del cuartel, donde el mencionado Mayol redujo a otro soldado de guardia y posibilitó el acceso.
El cuartel fue así sorprendido pero, descubierto el ataque, la Guardia, el Grupo Retén y otras fracciones aisladas lo repelieron y dieron tiempo a que oficiales y suboficiales –que vivían en barrios próximos- se organizaran en pelotones y a los 10 minutos de escuchar los disparos, estuvieran participando en el combate.
Fue un elemento motivador de la defensa, el alevoso ataque a los soldados que descansaban en el dormitorio de la guardia, matando a varios de ellos.
A partir de allí la resistencia se multiplicó.
A partir del momento en que el combate les fue desfavorable, los atacantes huyeron hacia el aeropuerto con varios heridos en dos de los vehículos que quedaron en condiciones y con sólo 18 fusiles FAL (de los 200 previstos) 1 FAP y la pistola del subteniente Masaferro que asesinaron cuando salía del interior de un dormitorio de soldados, dejando 16 muertos propios en el cuartel y llevando varios heridos.
Por su parte, los defensores tuvieron 12 muertos (1 oficial, 1 suboficial y 10 soldados) y 19 heridos.

Momentos antes del ataque al cuartel, Montoneros había destacado 3 vehículos con dos pelotones al aeropuerto “El Pucú” de la ciudad de Formosa.
Allí se produjo un enfrentamiento con 4 efectivos de Gendarmería, uno de los cuales resultó herido.
El personal de la fuerza de seguridad fue dominado, aunque pudo dar la alarma.
Un vehículo policial que había llegado para recibir al interventor de la provincia, sin saber lo que estaba pasando, fue atacado por sorpresa.
Como consecuencia de este ataque, murió un agente y fueron heridos un oficial y otro agente.
Después de ello y cuando ya se había iniciado el ataque al cuartel, aterrizó el avión Boeing capturado.
Los pasajeros fueron obligados a permanecer en el aeropuerto, el avión fue reabastecido de combustible y colocado en la cabecera de la pista listo para despegar a la espera de los atacantes que tenían que fugar con las armas sustraídas.
Simultáneamente los terroristas subversivos huían del regimiento en los dos vehículos que no habían sido destruidos en dirección al aeropuerto.
Embarcados, partieron en el Boeing hacia un campo en proximidades de la localidad María Susana de la provincia de Santa Fé.
La precariedad de la “pista” preparada determinó que el avión averiara su tren de aterrizaje sin otras consecuencias.
Una vez arribados, se dispersaron rápidamente empleando los vehículos que los esperaban.
(A poco de llegar, las fuerzas legales, encontraron en un pozo de agua abandonado próximo, 16 de los fusiles robados)Atacantes muertos dentro del regimiento que figuran como desaparecidos.
Entre los muertos montoneros, cinco de ellos no pudieron ser identificados por no tener documentos ni ir familiares a rescatar sus cuerpos.
A raíz de esto y por orden del juez, se enviaron las huellas dactilares a la Policía Federal en Capital Federal, mientras se enterraban los cuerpos en el cementerio Norte, ya en descomposición, como “NN”.
Pasado cierto tiempo volvió el expediente con la identificación pertinente, resultando ser: Oscar Ramón Boero, Reinaldo José Ramón Briggiler, José Daniel Graziano, Jorge Alberto Vivieres y Alfredo Rubén Velásquez.
Los 5 terroristas nombrados, muertos al atacar el regimiento, figuran como “DESAPARECIDOS” en el Anexo 1 de la CONADEP; en el libro “Memoria debida” de D’andrea Mohr Ed. 1999 y en Internet en el lugar
www.desaparecidos.org .
En este último registro figura que la familia de Alfredo Rubén Velásquez cobró por el “desaparecido” (Ley 24.411) la cantidad de casi $ 250.000 (a la fecha, un peso era igual a un dólar).
Para los familiares de los muertos en el regimiento, la ley no previó nada similar por ser víctimas de terroristas.
Sólo beneficia a las víctimas a manos de las FFAA.
Repercusiones en medios de comunicación escritos.
Los diarios y revistas dieron gran importancia al hecho, porque esto fue una demostración más del crecimiento y continuación de las actividades terroristas subversivas.
La publicación de los atacantes “Evita Montonera” relató el desarrollo de la operación y en él se refirió en especial al comportamiento de los soldados de guardia y retén.
“Los Soldados -armados o desarmados en algunos casos- desobedecieron la orden de rendición, en todos los casos presentaron fuerte resistencia y en algunos casos esa resistencia fue suicida.........en el ataque al cuartel una regla general fue que los Soldados cuando podían, escapaban de los lugares atacados por nuestras fuerzas, pero ninguno soltaba el fusil y una vez a distancia buscaban parapetarse para iniciar el fuego”.
Por otra parte, en el libro “Galimberti. De Montoneros a la CIA” de los periodistas Larraquy y Caballero, se hace referencia en la página 247 a “Tonio” nombre de guerra de Pablo González Langarica participante en el ataque, quien relató que en la ocasión, “había vuelto a Buenos Aires impactado por la ferocidad con que los soldados conscriptos defendieron el cuartel.

Pensaba que iba a toparse con provincianos adolescentes más interesados en levantar los brazos que responder con balas.
Esa tarde comprobó que Montoneros estaba más lejos del pueblo que lo que suponía.
”Declaración de la Cámara de Diputados de la Nación, en repudioEl día 29 de Octubre de 1975, la Cámara de Diputados de la Nación ( Ver componentes en el Anexo del Boletín Nro 19) emitió una declaración expresando en los aspectos más salientes lo siguiente: (Ver Diario de Sesiones página 4920 – Capítulo 14 ) :
“Que reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando al país con diversas formas de terrorismo y de guerrilla en perjuicio de toda la Población…….”
“Que ninguna variante del crimen político organizado tiene posibilidades de acceder al poder político en Argentina, lo cual torna doblemente inútil e inhumana su acción”.
“Que reitera su solidaridad con las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de la Policía, al haber asumido en esta oportunidad la integralidad legal de la represión......................”.
“Que los representantes del pueblo se sienten también actores responsables, en el marco de su actuación, junto con esas Fuerzas e instan al pueblo para colaborar estrechamente en la medida de sus posibilidades.”
(Lo resaltado en el comunicado es nuestro)Debe señalarse particularmente que todo lo ejecutado por el regimiento fue un acto de legítima defensa, no sólo del cuartel, sino de la libertad y de las instituciones de la república, idea posicionada en la opinión pública formoseña la que rememora la brutalidad del ataque y recuerda a los soldados y cuadros muertos como si fueran familiares.
Tan es así, que por disposición del gobierno provincial, en la semana del 5 de octubre, en las escuelas se dan clases alusivas al hecho y en los actos recordatorios de la fecha, desfilan a la cabeza de las tropas “los veteranos del 5 de octubre” y los “veteranos de Malvinas”además de las tropas, escuelas, etc.

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