lunes, 10 de agosto de 2009

LA MENTIRA SIEMPRE TIENE PATAS CORTAS


... ¿Hubo alguna vez 30.000 desaparecidos?

Otra descomunal mentira del gobierno.

Otra obscena manipulación de la opinión pública.

Pero detrás de hecho se oculta además un gigantesco negociado.

Pensemos que por cada desaparecido hay una indemnización a los familiares del orden de los u$s 250.000.

En general todos los partidos políticos utilizan como bandera política la pobreza en el país.

No solo aquí en la Argentina, sino en todo el mundo.

Es lógico y comprensible.

El mayor número de electores está en los sectores más carenciados.

Pero la diferencia entre los países es que en algunos, cuando estos partidos llegan al poder, priorizan lo que prometieron en la campaña electoral, en otros no.

Es el lamentable caso de la Argentina.

La bandera electoral del kirchnerismo era la “distribución de la riqueza”.

Como en un verdadero y grosero absurdo han distribuido la riqueza… pero entre los ricos y dentro de ellos, a los amigos del poder.

La brecha entre los más ricos y los más pobres es mayor que nunca.

La pobreza llega a límites casi increíbles, estamos nuevamente cerca del 40% y los indigentes son cada vez más numerosos.

Es tan trágico el tema, que recientemente el Papa manifestó lo escandaloso que significa la pobreza, en un país tan rico potencialmente como la Argentina.

Pero el tema de esta nota es la otra bandera que utilizó el oficialismo:

El de los “Derechos Humanos”.

Nunca en las casi dos décadas en el poder en la provincia de Santa Cruz se le había oído hablar a Kirchner sobre ello.

Más aún, el trato con los presuntos “represores” era fluido, cordial y amistoso.

Pero cuando asumió la primera magistratura, como un perfecto pragmático que no lo guía ninguna ideología ni convicción, vio en este tema, una forma de acrecentar su escaso poder político inicial.

Instaló la famosa frase hecha de los “30.000 desaparecidos” de la guerra fraticida de la década del 70.

Lo repitió tantas veces, que ese número quedo definitivamente fijado, no solo en la desprevenida ciudadanía, sino también en el extranjero.

Fueron inútiles los esfuerzos que se realizaron para corregir esta cifra aumentada casi cuatro veces en su número real.

La mayoría de los medios, salvo algunas honrosas excepciones la repetían simplemente por ignorancia o para no contradecir la versión oficial.

Algunas de las cifras más fidedignas que pocas veces fueron adecuadamente divulgadas, son las siguientes:

Referencias .1)

El Presidente ALFONSÍN en Nueva York dijo que los desaparecidos apenas llegan a los 10.000 (Clarín 23/01/84).

El Embajador en Suiza, Roberto BIANCHI declaró que los desaparecidos se aproximaban a los 10.000 (Clarín 22/02/84).

El Cardenal Evaristo ARNS de San Pablo, informó a Su Santidad sobre 7.271 personas desaparecidas (Clarín 18/01/84).

El Senado de España sostiene la cifra de 7.000 (Tiempo Argentino 01/06/83).

El New York Times informa de sólo 6.000 en forma dudosa por falta de seriedad y credibilidad (Tiempo Argentino 28/02/84).

La APDH declara que son 5.780 (Crónica 07/05/83).

Ernesto SÁBATO, declara en Bogotá que “... se habían recibido más de 2.000 denuncias, pero que...la dificultad estriba en las escasas pruebas y que la mayoría son sólo testimonios con escasa pruebas. (Tiempo Argentino 21/02/84).

El número que supuestamente más se aproxima al real es el que surge de los anexos del libro NUNCA MAS, confeccionado por la CONADEP.

Las tres primeras ediciones del NUNCA MÁS llevaban un anexo.

En él figuraban 8.961 desaparecidos.

Son 865 páginas con 18 apellidos en cada una, muchísimos de ellos sin nombre, sin número de documento, sin apodos, sin fecha de detención o desaparición.

En las ediciones posteriores ya no figuraba el anexo.

En síntesis, una larga lista de “sospechosos por falta de pruebas”.

Otro hecho que reafirma este número es que en los muros del Parque de la Memoria se exhiben los nombres de 8.875 personas desaparecidas por razones políticas entre 1969 y1983.

El reciente testimonio de la Sra. Graciela Fernández de Meijide confirma con bastante exactitud los números expuestos y de esa manera cae estrepitosamente la mentira oficial de 30.000 desaparecidos.

Se podrá argüir que el hecho de un solo desaparecido tiene la misma gravedad que la desaparición de 30.000.

Esta afirmación es cierta.

Pero también es cierto que 8.000 no es igual a 30.000.

Conclusión, otra descomunal mentira del gobierno.

Otra obscena manipulación de la opinión pública.

Pero detrás de hecho se oculta además un gigantesco negociado.

Pensemos que por cada desaparecido hay una indemnización a los familiares del orden de los u$s 250.000.

Cualquier información referente a los desaparecidos y aquellos familiares que han cobrado la indemnización es celosamente ocultada por el gobierno.

Otra “transparencia” de los actos del oficialismo que muestra a las claras la “honestidad” de su proceder.

Cada vez más se va conociendo con mayor profundidad y detalles la esencia vergonzosa de este nefasto gobierno.

NOTAS:
(1) Boletín Nº 161/03 de AUNAR – Asociación Unidad Argentina