sábado, 22 de agosto de 2009

LA DEFENSA NACIONAL CLAUSURADA POR DUELO

Si no fuera por Kirchner…

Si fuera por los Kirchner´s los miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos estarían todos en prisión, desde los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial, los represores de Corea, obviamente los veteranos que participaron de la Guerra del Sudeste asiático (Vietnam, Laos y Camboya), así como los militares que invadieron a la Isla de Granada, liderada por Bernard Coard, que intentó alinear a su país con Cuba y Rusia, frustrando aquellos propósitos de alteración continental mediante la Operación “Furia Urgente”, en 1983, repitiendo la aventura militar en diciembre de 1989, con la denominación de Operación “Justa Causa”, cuando desalojaron de Panamá y encarcelaron a su dictador progresista, Manuel Antonio Noriega por narcotraficante.

No tengo tampoco ninguna duda que Cristina Kirchner también siente un profundo odio a los veteranos yanquis de “Escudo del Desierto” y “Tormenta del Desierto”, en 1990 y 1991, que lideraron la coalición militar en defensa de la independencia de Kuwait, y obviamente a quienes participaron de algún modo en la invasión americana al Afganistán de los talibanes (Operación “Libertad Duradera” del año 2001), que finalmente terminó desembocando en la debatida guerra contra Saddam, iniciada el 20 de marzo de 2003, como Operación “Telic”.

Todos los integrantes de las fuerzas armadas estadounidenses estarían sospechados de perpetrar “delitos de lesa humanidad”, sin distinción de grados, antigüedad o jerarquías.

Llenarían, sin duda y tengan la edad que tengan, las mazmorras de Marcos Paz, de ser por ella, que hoy estaría indemnizando a japoneses, coreanos del norte, vietcongs y hasta a Osama bin Laden.

Su acritud hacia las Repúblicas de estilo clásico-occidental sólo es comparable su aborrecimiento virulento hacia todo lo que signifique la contención razonable del narcoterrorismo, mal llamado “socialismo del Siglo XXI”, abismo en el que ya ingresaron Cuba, Nicaragua, Honduras, Ecuador y Guyana, en emulación del “paraíso” mencionado en primer término.

“El Gobierno de Colombia se permite informar que en el día de hoy se cerraron las negociaciones del Acuerdo en Materia de Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos“, sostuvo ayer un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, y de inmediato se habilitó la implementación del “Plan for Peace, Prosperity, and the Strengthening of the State” (Plan para la paz, la prosperidad y el fortalecimiento del Estado), también conocido como “Aliance Act” o “Plan Colombia”.

Por eso Álvaro Uribe es un genocida que está provocando “vientos de guerra” sobre el subcontinente sudamericano, en salvaguarda del equilibro hemisférico, y es objeto de abominación de Chávez, Correa así como de Cristina Fernández de Kirchner.

A pesar de las airadas protestas de la “presidenta”, el hecho ya está consumado porque Barak Obama no le hizo demasiado caso a su asesoramiento, razón por la cual ya están trabajando las 34 bases norteamericanas emplazadas en territorio colombiano para aniquilar a las Farc.

Cuatrocientos asesores entrenan a unos doce mil quinientos soldados de las Fuerzas Especiales del país, y el territorio colombiano está literalmente sembrado de radares y sofisticados equipos de rastreo y detección electrónica, mientras una considerable cantidad de helicópteros Huey y Black Hawk recorren la selva para neutralizar a la narco-guerrilla.

Objetivos estratégicos

El plan no es nuevo, y está originado en la Ley S1758 presentado por los senadores Mike DeWine, Grassley y Coverdell el 20 de octubre de 1999, ante la sesión 106 del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de EE.UU.

Como dice la norma secreta que lo implementó, se diseñó como un plan piloto para probar y ejercitar los pilares básicos de la geoestrategia de predominio que implementa Estados Unidos sobre el continente latinoamericano y contempla:

1. Establecer el control militar en el sur del país para erradicar los cultivos de droga.

Destruir las instalaciones de procesamiento y mejorar la interceptación de narcóticos en las vías terrestres aéreas, marítimas y fluviales.

2. Fortalecimiento del sistema judicial, la capacitación de cuerpos técnicos de investigación, la reforma del sistema carcelario, el apoyo a los grupos anticorrupción que investigan a los funcionarios públicos y la aplicación de leyes sobre extradición.
3. Neutralizar las finanzas de los narcotraficantes tanto en Colombia como en el exterior, y fortalecer los esfuerzos anticontrabando con un programa agresivo de decomiso de activos, y congelamiento de cuentas.

4. Combatir a los “aliados” de los narcoterroristas.

Primero, con el refuerzo de las medidas en contra del secuestro, la extorsión y el terrorismo; y, segundo, con el bloqueo a la adquisición de armas de los grupos que se benefician del narcotráfico.

5. La integración de las iniciativas y las operaciones nacionales a los esfuerzos regionales e internacionales para combatir el narcotráfico.

Esto incluye compartir información y datos de inteligencia con agencias de seguridad de otros países.

6. Y por último, el fortalecimiento y la implementación de planes de desarrollo genuinos (el subrayado es mío) para ofrecer oportunidades de educación, empleo y servicios sociales en las regiones afectadas por las actividades ilícitas, para que nunca más colaboren ni con el terrorismo ni caigan en la delincuencia.

¿Y por casa cómo andamos?

Irritan a la Presidente Kirchner estas actividades agresivas y demenciales de los Estados Unidos, país que ~según decía~ abrazó el sistema “peronista” de gobierno a partir de la designación del primer mandatario de color.

Y tiene razón para estar preocupada.

¡Es una amenaza real a la corrupción del eje bolivariano!

Como todos saben, Cristina Kirchner, además de presidir el país, es Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

En virtud de ello, llama poderosamente la atención que, ostentando tal investidura, esté aniquilando, sin disparar un tiro, lo que resta del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de la Argentina.

¿Por qué adopta tal actitud casi suicida?

¿Acaso las FFAA no son de todos los argentinos y están para garantizar la defensa de la Patria?

¿O acaso su plan era dejar a la Argentina en la indefensión?

Esta semana se concretaron los aparatosos anuncios demagógicos sobre la estatización de las transmisiones de fútbol, que le costarán al Estado seiscientos millones de pesos (más las eventuales condenas por los juicios que resulte vencido tras la inevitable demanda de “Torneos y Competencias”); más los mil quinientos millones de pesos que deberá erogar por la creación de supuestas “cooperativas sociales”…

Y los Kirchner´s necesitaban de los recursos para afrontar estas “ofertas” de último momento, sacadas de la galera de Néstor ~prodigioso y maléfico mago~ se lo podría definir sin equivocarnos.

Según parece, se decidieron a volver a canibalizar el exiguo presupuesto de las FFAA, a quienes ya le habían recortado el 20% de la partida presupuestaria aprobada por el parlamento, para pagar la campaña del plebiscito del FPV, el 28 de junio pasado.

El 10 de agosto Nilda Garré anunció un recorte del 50 por ciento del presupuesto de las Fuerzas Armadas con ejecución inmediata en este trimestre, siendo el Ministerio de Defensa quien dio el primer indicio cierto del desequilibrio en las cuentas fiscales.

Tras anunciar ese recorte del 50 % Garré anticipó otra poda más del 30 por ciento para el cuarto trimestre.

En consecuencia, la República Argentina quedará sin vigilancia aérea ni control marítimo; el Ejército suspenderá los planes de apoyo a las hambrientas comunidades del interior del país, en plena crisis.

Las aeronaves militares son las primeras víctimas de la reducción, porque Defensa ordenó cesar todos los vuelos el 15 de agosto.

Líneas Aéreas del Estado (LADE) no recibe reservas de pasajes a partir de ahora.

Aún cuando los pobladores de las provincias patagónicas necesitan de la conexión aérea que brinda la línea de fomento de LADE con sus cuatro aviones SAAB 340 cuya frecuencia será reducida también en un 50 por ciento.

Otras aeronaves que permanecerán en sus hangares son los aviones P3-B Orion de la Armada, vitales para tareas de control de pesca en el litoral atlántico, y se amarrarán hasta nuevo aviso las corbetas de la División Patrullado Marítimo que desde la Base Naval Mar del Plata colaboran en la captura de los pesqueros furtivos.

Tanto el Teniente General Luis Pozzi, el almirante Jorge Godoy, y el brigadier general Normando Costantino, jefes de las tres Fuerzas Armadas, enviaron informes al subsecretario de Planificación Logística, preguntando qué recortar y cómo hacerlo para evitar la parálisis operativa.

«No hay solución», les respondieron lacónicamente.

Así como los aviones militares quedarán definitivamente en tierra, también la flota naval fondeada, oxidándose hasta nuevo aviso.

Nilda Garré, la ministra mantenida por Cristina Kirchner, se sinceró diciendo que esto en modo alguno ha terminado y que restringirá aún más los recursos.

Más allá del cuidado de una soberanía que dejó de existir hace tiempo, esto significa que la Argentina carece a partir de ayer del control de sus aguas territoriales y con ello el de su riqueza ictícola, ya diezmada tanto por Conarpesa (Continental Armadores de Pesca S.A.), la empresa de los Kirchner, como por pesqueros orientales que permanentemente rondan los límites de las aguas territoriales.

Entonces, el ya permeable espacio aéreo estará escandalosamente libre para el narcotráfico.

Resulta decididamente sospechosa la labor de la ministro Garré, que cumpliría un plan cuidadosamente planificado, encargado por Néstor Kirchner en su primer período: el desmantelamiento, disolución y liquidación definitiva de las Fuerzas Armadas argentinas, que el psicópata ~anarquista pero multimillonario~ considera “una corporación” que amenaza su arbitrario gerenciamiento del país en forma latente.

La realidad es que un sector importante de los militares ha aceptado perder atribuciones día a día, en la esperanza de que en algún momento se retornaría a un estado normal de cosas.

Pero los altos mandos no comprendieron que el estado “normal” de cosas para la presidente y su ministra es la desaparición de ellos como profesionales y, en general, de las Instituciones vinculadas con la defensa nacional.

Esta connivencia de los tres comandantes y el casi ausente reclamo de los subordinados le ha permitido avanzar al kirchnerismo rápidamente en sus objetivos destructivos.

Las fuerzas fueron perdiendo sus condiciones de operatividad, desde que, en época de Menem, el Teniente General Martín Antonio Balza, actual embajador en Colombia ~queriendo desvincularse de sus propias responsabilidades durante “el proceso”~ comenzó a aceptar maniobras disociadoras.

Esta decadencia deliberada de las FFAA se produce, en su etapa final, a partir del 25 de mayo de 2003, la peor etapa para los militares, cuando asumió como Jefe del Estado Mayor General del Ejército el General Roberto Fernando Bendini, y como Jefe del Estado Mayor de la Armada el Almirante Jorge Godoy, quienes soportaron y se hicieron partícipes del escarnio a las fuerzas a su mando.

Y así llegamos al resultado actual, cuando, el gobierno desguarnece las fronteras, libera los espacios, aéreo y marítimo, y elimina los últimos bastiones de defensa contra el delito y el narcoterrorismo.

Voy a dar sólo una teoría sobre el “plan estratégico” del matrimonio presidencial:

Según los datos obtenidos por el suscripto, referentes al FONDO FIDUCIARIO DEL TRANSPORTE ELÉCTRICO FEDERAL (FFTEF) a donde, según la disposición, se destinó el 400% de aumento a la tarifa de la energía eléctrica que paga el usuario, ese dinero no fue a parar a obras de infraestructura ni de mantenimiento.

Ni siquiera de desarrollo de energía eólica, nuclear o hidráulica.

Lo recaudado hasta el momento, U$S 76.112.400 fue depositado en la cuenta Nº 2619301010 BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA, SUCURSAL ISLAS CAIMÁN “por razones de mayor rentabilidad”, según la resolución de la Presidenta de la Nación, y

$ 163.025.135,41 en la financiera Pellegrini Fondos comunes de Inversión.

Estas maniobras obviamente transgreden las facultades de todo mandatario que le otorga el artículo 1881 del Código Civil al administrador de la “cosa pública”.

Esa sucursal no es más que una “suite” donde funciona la representación.

Estos depósitos e inversiones se realizaron sin consulta previa por el arquitecto Julio de Vido, ministro de Obras y Servicios Públicos, sin autorización alguna de la Auditoría General de la Nación.

El objetivo de los Kirchner no es realmente “el socialismo”, sino la miseria total de los argentinos.

Las actividades que despliega el Poder Ejecutivo Nacional no tienden al bienestar general, son en su exclusivo beneficio, y su rapiña es irrestricta.

Conclusiones

Hasta hace unos pocos años la dinastía cristiana de los Gemayel lideraba El Líbano desde los años 30.

Un día el primer ministro maronita Bashir Gemayel le expresó al Parlamento:

“Si ustedes aprueban el recorte presupuestario para nuestras fuerzas armadas, los políticos estarán cometiendo un error gravísimo.

Cuando no tengamos más ejército, Líbano será pastura de las potencias extranjeras, y su desaparición será el ahorro más caro en la historia de nuestro país.”

Bashir, así como su padre Pierre Gemayel y su hermano Amin, terminaron siendo asesinados, y el Líbano maronita ya no existe como tal, porque su defensa la proveen las bandas de la Hezbollah Islámica… que sustenta el narcoterrorismo cultivando la amapola ~con que se produce el opio~ en el valle de la Bekaa.

El Plan Colombia ~hoy por hoy~ es ya insuficiente para las tareas de control y dominio del patio trasero de los Estados Unidos.

El escenario político en los últimos seis años ha cambiado dramáticamente.

La posición geopolítica estadounidense en la región ha sido trastocada en lo que se suponía eran sus cimientos más sólidos: tras el caos que siguió a Menem y de la Rúa, los Kirchner´s surgieron de entre las cenizas argentinas para sorprender con cada paso, actuando mancomunadamente con los aliados que la Argentina y los argentinos no desean tener:

Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, Rafael Correa, en Ecuador y Fidel Castro en Cuba que sortean y avanzan la integración regional socialista, revolucionaria y decididamente corrupta.