lunes, 27 de julio de 2009

NO CUENTEN CON ARGENTINA

PARA AYUDAR A COMBATIR EL TERRORISMO

¿Qué es lo que hemos aprendido de la experiencia Saudita?
¿Se está convirtiendo la Argentina en un "santuario para terroristas extranjeros?"
Ésa es la pregunta planteada en la página Web argentina Ambitoweb.com esta semana.
Según lo sugerido por el provocativo comentario, es una posibilidad que alarma a unos cuantos argentinos en estos días.
Es también una cuestión digna de atención para los estrategas políticos de EEUU.
Cada vez más, la Argentina se está pareciendo a la Arabia Saudita anterior al 11-S de Sudamérica.
Mientras que las relaciones oficiales entre EEUU y Argentina son cordiales, lo qué se está cultivando en tierras del Cono Sur difícilmente califica a la Argentina como Aliado en la Guerra contra el Terrorismo.
Después de haber sido llevado en bandeja por el doble discurso Saudita cuatro años atrás, EEUU ha sido bien advertido como para pecar nuevamente de cándido.
La aprehensión levantada en Ambitoweb.com surge a partir de la decisión de un Juez Argentino al rechazar el pedido chileno de extradición de Sergio Galvarino Apablaza.
También conocido por el nombre de guerra: Comandante Salvador, el chileno es el ex-líder de un grupo extremista de izquierda llamado Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Está siendo acusado del asesinato del senador chileno Jaime Guzmán en 1991 y del secuestro de Cristian Edwards, hijo del dueño del periódico El Mercurio de Chile.
El Gobierno Chileno del Socialista Ricardo Lagos difícilmente pueda ser considerado una junta de derecha para crucificar enemigos políticos, particularmente a alguien del predicamento de Apablaza.
Lagos es famoso por alguna vez haber desafiado públicamente al General Augusto Pinochet a dar un paso al costado.
Sin embargo, según Ámbito, el Juez Argentino que rechazó el pedido de Extradición "Adoptó el punto de vista de que los Crímenes atribuidos a Apablaza eran de naturaleza Políticos" y ordenó su Liberación Inmediata.

Apablaza se presentó en las oficinas centrales de un Grupo Argentino de Derechos Humanos en Buenos Aires, proclamando que su único arrepentimiento es "No haber hecho más para acortar la tiranía (de Pinochet)."
Esto suena valiente hasta que uno toma en cuenta el hecho de que Guzmán fue Asesinado bastante después de que el General Pinochet hubiera cedido voluntariamente el poder a un Gobierno civil elegido.
Su ejecutor tenía obviamente en mente un objetivo distinto del de la liberación del Pueblo Chileno.
Sin sorprender, el Partido Comunista chileno celebró la decisión argentina.
El Comandante Salvador mantiene su inocencia y pidió a la ONU el Status de Refugiado Político.
Lamentablemente, la decisión de la Corte Federal de proteger un Terrorista Chileno buscado no es un acontecimiento aislado sino parte de un “ethos” que prevalece ahora en los altos niveles Políticos y Jurídicos Argentinos.
En mayo la Corte Suprema Rechazó la Extradición de un Supuesto Terrorista que pertenecía al Grupo Vasco Español conocido como ETA, que ha cobrado más de 850 vidas desde 1968.
Jesús María Lariz Iriondo está acusado de hacer explotar un auto en 1984 en Eibar.
Con todo la Corte determinó que el Acto Terrorista, a él atribuido, no es un Crimen Contra la Humanidad.
Por lo tanto el Estatuto de Limitaciones se aplica y no puede ser considerado Responsable.
El periódico La Nación, en un editorial titulado "Crímenes de Lesa Humanidad", precisó que esto es directamente contrario a la resolución 1996 de la ONU que define Crímenes Contra la Humanidad como "Los Actos Criminales con Fines Políticos Concebidos o Planeados para Provocar un Estado del Terror en la Población en General, en un Grupo de Personas..."
Una lectura literal de la resolución de la ONU es sin embargo incómoda para el gobierno de los Kirchner.

Los Terroristas de Argentina conocidos como "Montoneros" junto con el ERP sustentado por Castro, cometieron Atrocidades al estilo de ETA Contra Inocentes por una década, Antes y Durante la Toma del Poder por parte del Gobierno Militar de 1976, acumulando más de 1.500 Víctimas.
Hoy, la Argentina les permite a muchos conocidos Montoneros desplazarse por la Argentina con impunidad.
Algunos están en el mismo gobierno.
Esto, por supuesto, apunta al corazón del problema para el equipo de Kirchner: ¿Cómo puede ETA o los terroristas chilenos ser procesados mientras que ex-Montoneros gozan de plena libertad?
La base de sustentación política de Kirchner es una secta de izquierda dura y anti-Americana, y en los últimos dos años él ha actuado rápidamente para reformar la Corte Suprema de Justicia Argentina con jueces afines.
En nombre de la justicia la Corte derogó recientemente la amnistía concedida a los militares en 1986 y 1987 por sus crímenes durante la "guerra sucia."
Pero no ha dicho nada sobre el procesamiento de los ex-terroristas Montoneros y del ERP que practicaron el tipo de tácticas observadas ayer por la mañana en Londres hasta que fueron Controlados por el Golpe Militar.
Hoy la Argentina tiene menos en común con países serios como Chile y más en común con Nicaragua, que se encuentra nuevamente bajo la influencia de los Sandinistas.
En mayo los jueces nicaragüenses se negaron a extraditar a Alessio Casimirri a Italia para ser juzgado por el secuestro y asesinato en 1978 del ex-Primer Ministro italiano Aldo Moro.
Para entender las afinidades del Gobierno Kirchner vale prestar atención a una de sus partidarias políticas más importantes, Hebe de Bonafini, de las madres de la Plaza de Mayo, que festejó el 11-S.

Los informes de prensa de Buenos Aires señalan que ella hizo un fuerte lobby a favor del asilo político para Lariz Iriondo.
El mes pasado ella estaba en La Habana con Fidel, Hugo Chávez y el Guerrillero Salvadoreño Shafik Handel para quejarse de que EEUU no había extraditado al anti-Castrista Luis Posada Carriles a la provincia cubana de Venezuela para ser juzgado bajo Cargos de Terrorismo.

La Argentina tiene un historial de dar refugio a las figuras más oscuras del mundo, incluyendo fugitivos nazis después de la Segunda Guerra Mundial.
El Hezbollah, patrocinado por Irán y Siria, es bastante sospechoso de orquestar el atentado de la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y un Centro Comunitario (AMIA) judío en 1994.
Nunca nadie fue llevado ante la justicia por esos acontecimientos horrorosos.
Kirchner demanda investigar esos ataques otra vez, pero 11 años dejan un rastro algo difuso.
A pesar de esa promesa, Kirchner rechaza condenar a Chávez mas allá de que en 1994 el muchacho malo venezolano atacó verbalmente a la comunidad judía del país y aprobó una incursión en una escuela un feriado judío en Caracas.
Según la página Web del Departamento de Estado de EEUU, en 2004 prospectos impresos antisemitas estaban "disponibles para el público en una sala de espera del Ministerio del Interior y Justicia."
Cuando la Secretaria de Estado Condoleezza Rice se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores Argentino en abril, los derechos civiles en Venezuela estaban en la agenda.
Pero un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino dijo que en lugar de ello la conversación se centró en lo que desea la Argentina: mayor asistencia del FMI, presumiblemente para mantener a los seguidores de Kirchner provistos de banderas americanas para quemar.
EEUU debería haber aprendido más de la experiencia Saudita.