Iniciaba el año 1975 y el país, cada segundo que pasaba, parecía hundirse un poco más en la anarquía y la violencia incontrolable que habían desatado las organizaciones terroristas que venían operando y practicando su plan de exterminio desde los `60.
Al respecto, y contrariando la “Historia Oficial” sobre aquellos años que presenta a los Guerrilleros como “Luchadores de la Democracia”, el Ex Comandante en Jefe del ERP (luego de la Muerte de Santucho), Luis Mattini, se sincera:
Entre otras cosas expresaba:La misión era Apropiarse de la Provincia de Tucumán para convertirla en “Zona Liberada” y lograr su reconocimiento como Estado independiente por la ONU.
En efecto, rápidamente consiguieron tomar “El Control de un Tercio de la Provincia…Incluso la Guerrilla Cobró Peaje en algunas Rutas Provinciales”.
En el aeropuerto de Tucumán estallo una bomba en el momento que un avión Hercules con tropas del Operativo Independencia estaba despegando, esto causo gran cantidad de bajas En efecto, el 5 de Febrero de 1975, el Gobierno, viendo con preocupación lo que sucedía especialmente en Tucumán, ordena a las Fuerzas Armadas entrar en Guerra contra los Elementos Terroristas que Operaban en esta Provincia, a través del Decreto Secreto Nº 261 del Poder Ejecutivo que establecía:

Cuatro días después, el 09 de Febrero, las FF.AA ponían en marcha el “Operativo Independencia” dando inicio a esa Guerra que hoy algunos olvidaron y muchos desconocen.
El alcance Bélico que poseía el ERP en los Montes Tucumanos, contrariamente a lo que sostienen los dogmas del revisionismo maniqueo, era el de un Verdadero Ejército Preparado para Combatir.
Soldado del Ejercito Argentino en una casa del monte tucumanoCabe destacar también que las primeras Víctimas del Operativo Independencia fueron Trece Miembros de las Fuerzas Armadas que Sobrevolaban la Zona Selvática cuando fue derribado su Avión por Guerrilleros.
Entre los Muertos se encontraba el Cnl Oscar Bevione, cuya hija, Mónica Bevione, vive en Córdoba y sigue luchando por el reconocimiento de su padre.Resulta importante también destacar que la Banda Terrorista en cuestión recibió numerosos apoyos de Países Extranjeros (como Cuba, Nicaragua y Chile) y operó conjuntamente en la Selva Tucumana con los Grupos Guerrilleros MIR (Chile), Tupamaros (Uruguay) y ELN (Bolivia), llegando a tener una propia Fábrica de Armamento de Guerra emplazada en la localidad de Caseros.
No en vano Balbín ya afirmaba en Mayo de 1976 que “no era un misterio que aquí, morían en la Guerrilla Hombres que no eran de Nacionalidad Argentina”.
Las loas a las Fuerzas Armadas y el Repudio a la Subversión Terrorista no tardaron en llegar, por parte de una Sociedad Aterrorizada por la Violencia que se Cobraba Vidas Inocentes Todos los Días. A modo de ejemplo, el Senador Perette afirmaba que “Las Fuerzas Armadas están luchando para asegurar el estilo de vida de la nación”.
Con similar entusiasmo, el Sr. Cárdenas en representación del Partido Tucumano Vanguardia Federal, concluía que “Las Fuerza Armadas, cuya prescindencia y cuyo Sacrificio son ejemplares…están dando con su sangre, el testimonio de su entrega total a la causa de la Patria”.
Desde la prensa, el alivio también parecía ser la sensación que transmitían los Comunicadores Sociales.
El 25 de Julio de 1975, la Revista Gente publicó un Editorial apoyando al Ejército que operaba en Tucumán, bajo el título “Para Ganar esta Guerra”, que entre otras cosas decía:
“Ahora la guerra está entre nosotros, en la sirena de los Patrulleros, en el vértigo de las autobombas, en el coraje Sereno de la Brigada Explosivos, en nuestro Ejército en Tucumán…”.
A Treinta y Cuatro años de aquello que Constituyó Verdaderamente una Guerra no convencional contra el Ejército Revolucionario del Pueblo, sólo impera el Silencio.
Pues, en rigor de verdad, hablar y debatir sobre lo ocurrido en Tucumán en aquellos años, implica reconocer que los Guerrilleros no eran un puñado de niños jugando al Carnaval, que no luchaban por la Democracia, Sino Contra ella.
Que significaron una amenaza real para la Nación y que la Prensa, la Partidocracia y la Sociedad en General, apoyaron el accionar de las Fuerzas Armadas contra el Terrorismo Subversivo.
El hombre ama a Dios y al Soldado en el peligro, pero cuando cuando este ha pasado Dios es olvidado y el Soldado despreciado"