domingo, 21 de septiembre de 2008

SANGRE FECUNDA

En todos los Niveles de las Fuerzas Armadas - incluyendo a los servidores del Orden Publico- Hermanos nuestros estan derramando su sangre en el cumplimiento de un eneludible deber: la Defensa de la Nacion y de sus Hijos.

Esta Sangre es inmensamente fecunda.
De la sangre de Heroes nacen heroes aun cuando a los ojos humanos muchos de ellos parezcan anonimos o desconocidos.

Desde el exordio la Historia Humana esta marcada por el Signo de un Valor Sagrado.
Sangre y Vida parecen identificarse.

Mucho mas cuando la Sangre es Derramada por la Violencia Injusta, porque entonces clama a DIOS y a los Hombres con irrebatible elocuencia.

Es el Clamor de las Victimas.

La Primera efusion de Sangre fue la de Abel.

La suprema, la de CRISTO, que dio y sigue dando Vida al mundo.

Con su mudo lenguaje la Sangre nos habla de testimonio, de Grandeza, de Victoria, de Heroismo.

La misma Iglesia exalta y se extasia cuando habla de la Sangre de sus Martires.

La Patria, a su vez, habla de la Sangre de sus Hijos, como de una vida de fuerza misteriosa, capaz de hacer resurgir a nuestro Pueblo de cualquier Postracion.

He aqui un libro que nos habla de los muertos que viven y no mueren, de muertos que, por la inapelable voz de la sangre, nos trasmiten la consigna de ser Dignos de esta hora siendo actores.

Es decir: nos dan ellos una elocuente leccion de Grandeza Moral y de Audaz Coraje, y nos reclaman Fidelidad Absolucta a los grandes valores que estan en juego en esta Batalla por la Libertad del Espiritu.

Esposas y Madres han sentido en carne propia el frio impacto de las balas que acabo con maridos y con hijos.

Pero Superiores a si mismas.

Martires ellas tambien.

Nos han enriquecido con la leccion Sublime del perdon.

El Alma Nacional se ha purificado, y sigue purificandose por obra de este comun Via Crucis, hecho de angustias, de Amenazas y de Cautiverios.

Pero tambien es verdad que nos penetran el Corazon rafagas de un nuevo fuego y nos urgen a replasmar.

Mas Alla de lo puramente contingente.

El Espiritu de nuestra Comunidad Argentina.

Comunidad integrada, en primer lugar con DIOS, conocido, amado y servido, sin el Cual cualquiera construccion estaria edificada sobre arena, e integrada luego por los hijos de esta Nacion, fortalecidos con la verdad y la Justicia, concientemente educados en libertad para elegir lo mejor, unidos en un autentico amor de hermanos y alentados por el ejemplo de nuestros heroes.

La Sangre, aun tibia de nuestros Martires, sera el plasma vital de esta renovada Argentina.

Mensaje Pronunciado por:

ADOLFO S. TORTOLO
Vicario General de las Fuerzas Armadas
de la Nacion Argentina
Año 1975

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