Zona de Emergencia o Zona de Operaciones
El Ejército Revolucionario del Pueblo
Ningún proceso político, ni siquiera el más pobre en causas, nace por generación espontánea.
La presencia del ERP en Tucumán, pues, no fué el resultado de una simple decisión que tomara el secretariado del PRT -Partido Revolucionario de los Trabajadores-, del cual el ERP era brazo armado.
Se conjugaron, para que ello ocurriese así, innumerables causas, -internas y externas-, de índole social, económica y política, causas necesarias, libres, esenciales y accidentales que en definitiva le dieron al derrotero subversivo tucumano un énfasis, una dirección, una meta.
Hacia fines de 1965, principio de 1966, una superproducción de azúcar ponía al enclenque gobierno radical en trance de subsidiarla echando mano a 12 millones de dólares, de los cuales carecía y que hubo de emitir artificialmente.
Hizo crisis, de esta manera, un problema social que se venía insinuando desde tiempo atrás, pero al que nadie pudo encontrarle solución.
Sobre la ola que comenzaba a crecer, treparon sacerdotes tercermundistas y miembros de las distintas capillas de la izquierda vernácula.
En años anteriores, el norte argentino había sido elegido por el marxismo para desenvolver una estrategia de guerrilla rural epilogada en completo fracaso.
En ese año operaba en las montañas boscosas de Orán, Provincia de Salta, un contingente irregular, al estilo cubano, que dió en llamarse "Ejército Guerrillero Popular".
Su jefe, al cual le decían sus seguidores "Comandante Segundo" -el primero sería en Bolivia el "Che Guevara"- había decidido anticiparse a la aventura guevarista del altiplano, con resultados que la historia conoce.
Sin embargo, la guerrilla estaba aún en pañales.
Sólo a partir de 1966 la subversión comienza a desarrollar su estrategia de captación e infiltración coherente, cuyos efectos inmediatos se verían en el Cordobazo y cuyos efectos mediatos los padeceríamos a partir del 25 de Mayo de 1973.
Entre 1968 y 1969, la labor que desenvuelven los sacerdotes tucumanos, los padres Rubén Sanchez y Amado Dip -luego colaborador de la revista marxista "Militancia", que dirigía el Dr. Ortega Peña- en ingenios y barriadas es de particular importancia.
Apoyados por el Obispo Raúl Gomez Aragón, no sólo soliviantaban los ánimos, confesándose "socialistas", sino que amparan a cuanto extremista existe.
Fué en Septiembre del 68 que se descubre en el sur de la provincia, más precisamente en Taco Ralo, otro brote guerrillero.
De ideología marxista, aunque originario del peronismo, su conductor, Anuar el Kadre, se identificaba como perteneciente a las FAP -Fuerzas Armadas Peronistas-, grupo que respondía, entre otros, al dirigente Héctor Villalón.
Pasó el tiempo, y un 6 de septiembre de 1971, dos abogados, Raúl Fagalde y Julio César Rodríguez, siguiendo un minucioso plan elaborado por el arquitecto Luis Alberto Lea Place, solicitan permiso para hablar con varios detenidos alojados en el penal "General Urquiza" de San Miguel de Tucumán.
En el locutorio, mientras simulaban conversar con algunos de los subversivos, extraen diversas armas que proceden a repartir entre los reclusos, a la par que reducen al personal de vigilancia.
Tras una batalla campal que dura varios minutos, donde son muertos cinco guardias, catorce cabecillas del ERP fugan de prisión.
Sus nombres, a la sazón poco conocidos, darían luego que hablar a la República: Carlos Benjamín Santillán, José Manuel Carrizo, José Benito Urteaga, Ramón Rosa Gimenez, Humberto Pedregosa, Roberto Eduardo Coppo, Ramón Alberto Gomez, Roberto Simón Gargiulo, Hugo Choque Arroyo, Manuel Alberto Gonzalez, Juan Mangini, Luis Tirso Yañez, Manuel Negrín y Ramón Díaz.
Muchos de los arriba nombrados serían encarcelados, juzgados y sentenciados a cumplir diversas penas por la célebre Cámara Federal en lo Penal.
Pero el 25 de mayo, la turbamulta concentrada en Plaza de Mayo, con la anuencia de Cámpora y su entorno -Juan Manuel Abal Medina, Esteban Righi, Mario Cámpora y otros- marcharon hacia Villa Devoto donde procedieron a ejecutar la desincriminación masiva que tantas lágrimas y sangre nos costaría después.
Si en aquel momento se hubiesen cumplido a rajatabla los 5 puntos que el generalato en pleno; excepción hecha del hoy Gobernador de Buenos Aires, general de brigada Ibérico Saint Jean, firmó, quizás el curso de los acontecimientos hubiese sido distinto.
Pero las cosas sucedieron de acuerdo a los planes del enemigo, y nada pudo hacerse para evitar el lesivo atentado a la soberanía nacional y a la memoria de los camaradas caídos en que incurrieron los desincriminadores, o sea, gobernantes, legisladores y militares.
Comenzó en Córdoba...
El 8 de marzo de 1974, el Ejército recibe valiosa información sobre una reunión secreta que en la "docta" tuvieron, a los efectos de ultimar detalles de un plan subversivo, el gobernador de la provincia, Ricardo Obregón Cano, el vice gobernador, Atilio López, el subjefe de la policía y distintos cabecillas de las más importantes organizaciones extremistas.
Al promediar la medianoche arribaron a la cita Agustín Tosco, René Salamanca y Paez, quienes comunicaron a los presentes la puesta en marcha del operativo destinado a almacenar cargamento de lácteos, conservas y otros comestibles en las sierras cordobesas y montes tucumanos con el objeto de prepararse para la lucha.
La idea consistía en montar primero la infraestructura alimenticia y médica, para después recibir, a través de las provincias de La Rioja y La Pampa, sendos cargamentos de armas.
Contando con la participación activa del estudiantado de Córdoba, Tucumán, Mendoza, Resistencia, Santa Fé y Corrientes, los nombrados intentaban lanzar, escalonadamente, una ofensiva general contra el gobierno del propio Perón.
El centro delenfrentamiento sería Córdoba, para lo cual Obregón Cano y Atilio López renunciarían a sus puestos, pasando a la militancia activa desde el llano.
El plan se demoró y en el momento menos pensado, haciendo tabla rasa con el mito de las "fuerzas populares", la "invulnerabilidad de la izquierda" y la "espontaneidad de las masas", el Teniente Coronel Navarro, que se desempeñaba como Jefe de la Policía, tomó la ciudad, puso preso a las máximas autoridades de la provincia y frustró, así, toda la estrategia marxista.
Pero en el interín, el "Ejército Revolucionario del Pueblo" siguió trabajando aceleradamente.
El 3 de abril del 74 arribó desde Resistencia a Tucumán un miembro del ERP conocido como el "negro" Fernandez portando un parte político-militar cuyo análisis fue hecho en el domicilio de la calle Colón al 3500 donde funcionaba una célula comandada por el "camarada" Alderete.
El parte en cuestión ordenaba preparar las estructuras de seguridad que debían establecerse con miras a la próxima reunión de la "Organización Coordinadora Intercontinental", que se llevaría a cabo en el domicilio de Mario Roberto Sosa, calle Perú 3900 de la capital tucumana.
El correo informó a la célula tucumana que los contactos para reclutar guerrilleros bolivianos, uruguayos y chilenos, especialmente, estaban muy adelantados, por lo que la ofensiva en Tucumán y otras provincias del norte y el oeste comenzaría en los próximos meses.
Pero lo más importante de sus confesiones fue la aseveración de que en la vecina provincia de Santiago del Estero se estaban concentrando armamentos de toda clase, víveres y pertrechos, pues allí habría, merced a los buenos oficios de su gobernador, un "santuario".
Los correos iban y venían, transitando no sólo por el interior del país, sino cruzando la frontera con Bolivia y Chile donde contactaban a dirigentes guerrilleros clandestinos, tratando de reclutar gente para lo que iba a ser el frente tucumano.
Tras estas idas y venidas en el jardín de la República tuvo lugar, durante la primera o segunda semana del mes de abril, el cónclave de la subversión a la cual concurrieron Fernando Vaca Narvaja, de Montoneros; Roberto Coppo, del ERP; Carlos Benjamín Santillán, de la misma agrupación y Roberto Quieto, de las FAR.
Decidieron allí, que la escalada terrorista se iniciaría entre la última quincena de abril y la primera de mayo, contando para ello con el concurso de los gremios combativos, las "unidades Básicas Revolucionarias" y las diferentes colaterales del PRT y la "Tendencia".
El plan subversivo contemplaba, por el momento, la toma de organismos de seguridad, de cuarteles, el asesinato de miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, además de los consabidos secuestros a miembros de directorios de empresas extranjeras o grandes empresas nacionales.
Organización de frentes y célulasLa Regional TUCUMAN se hallaba articulada en torno de sus principales dirigentes y de sus células militares, de agitación, propaganda y de sus postas sanitarias.
La abundancia de elementos dirigentes así como las posibilidades que tenía en el reclutamiento de nuevos militantes, como consecuencia de ningún hostigamiento de propia fuerza en el ámbito urbano, había fortalecido la estructura del ERP, otorgándole capacidad para ejecutar acciones de gran envergadura en el orden provincial.
Además, la coyuntura político-socio-económica nacional que se vivía en 1975 con reflejos negativos en lo regional, favorecía su accionar y compensaba cualquier debilidad estructural y operacional en su objetivo de captación de masas.
Los objetivos del ERP, tendientes, en su última instancia a la toma del poder, eran varios, a saber:
1)La confección de un Plan Táctico para operar en el ámbito rural y urbano, sin descartarse la posibilidad de realizar actividades de significación, en un futuro inmediato, en las provincias de Catamarca, Jujuy y Santiago.
2) El desarrollo de un Plan de propaganda que apoyase la actividad de ayuda a los presos subversivos de la Cárcel de Villa Urquiza y tratase de captar el sector gremial y estudiantil aprovechando la situación socio-económica.
Así, pues, el ERP trataba de unir la lucha "democrática" a la "reivindicativa", incorporando consignas como: "la libertad de los presos", "la derogación del Estado de Sitio", "la eliminación de terrorismo de las 3 A", "la congelación de precios", "nuevos aumentos de salarios", "defensa de las fuentes de trabajo", etc.
Ante el constante aumento del costo de la vida y el desabastecimiento, Santucho planteaba movilizaciones de protesta, comisiones populares de Control de Precios y asimismo el ejercicio de la violencia, la toma de supermercados, depósitos, trenes, etc. tanto en acciones de comando como en acciones de masa para aprovisionarse.
Ante la falta de pagos, suspensiones o despidos que mostrasen la incapacidad de los patrones para mantener la fuente de trabajo, el ERP instaba a la expropiación sin pago por el Estado Nacional y la administración obrero-estatal de la empresa.
No era conveniente, según decía, la expropiación por la provincia ya que su debilidad financiera presentaría problemas insolubles, ni tampoco la cooperativización porque deja todo en manos de los obreros, ahogando después la empresa con el manejo del crédito y el boicot patronal.
Resultaba correcta, en cambio, la expropiación por la Nación y administración obrero-estatal, porque de esa manera el Gobierno Nacional era el responsable financiero y los obreros controlaban la administración.
Sobre la base de semejante orientación, la Regional está empeñada en el reclutamiento y captación de militantes en el sur de la Provincia y en la Capital, particularmente mediante el trabajo de células en la periferia urbana; en la reorganización de la Regional actualizando sus frentes para alcanzar un esquema funcional básico, y, finalmente, en la captación de masas con capacidad de movilización, buscando infiltrar el frente gremial, con centro de gravedad en el campesinado azucarero y como objetivo específico la FOTIA. El ERP contaba para ello con una estructura de poder escalonada, donde el responsable Político Regional formaba a los miembros del Secretariado Regional y a los Responsables Políticos de las Zonas.
El Responsable Político, a su vez, hacía lo propio con los miembros del Secretariado Zonal y los Responsables Políticos de los Frentes.
El Responsable Político de los Frentes se encargaba de instruir a los miembros del Comite de Frentes y a los Responsables Políticos de las Células.
El Responsable de Propaganda Regional formaba a los Responsables de Propaganda de las Zonas, y el Responsable de Propaganda de las Zonas cumplía idéntica función con los Responsables de Propaganda de los Frentes y las Células.
Círculo de ingresoLa calidad del Partido intentaba lograrla a través de la aplicación del sistema de "Círculo de Ingreso", que consistía en:
(1) Cada militante nuevo debía ser incorporado a un círculo de ingreso por 15 días.
(2) El Círculo se constituye con 4 elementos subversivos provenientes de distintas células (militar, de masa, propaganda, etc.)
(3) La instrucción comprende:
- Línea o historia del Partido- Estatutos- Método de trabajo en los frentes- Pintados- Volanteadas- Armado y desarmado del armamento.
- Línea o historia del Partido- Estatutos- Método de trabajo en los frentes- Pintados- Volanteadas- Armado y desarmado del armamento.
(4) Finalizado el curso, se realiza un informe completo del aspirante
(5) Sobre la base de este informe se determina su categoría (aspirante o simpatizante) y el tipo de célula a la cual se incorporará
(6) En la ceremonia de admisión se elevará una ficha personal y recibirá un distintivo con la efinge del "Negrito FERNANDEZ".
Conformación de frentes Cada Frente contaba con un Responsable Político y Militar y con uno de Propaganda.
Conformación de frentes Cada Frente contaba con un Responsable Político y Militar y con uno de Propaganda.
Frente gremial
Aparte de lo expuesto, estaba constituído por células que contaban con responsable político y de propaganda.
Estas células tenían como misión infiltrarse especialmente en los ingenios y sindicatos -U.T.A.; U.O.M.; CITRUS; Ferroviarios- a fin de realizar acciones de captación de masas, sabotajes, etc., fundamentalmente impidiendo la normalidad de la zafra.
El proceso de trabajo tenía la siguiente secuencia y objetivos:
(a) Conformación de las células de masas.
(b) Reunión de varias células en una agrupación.
(c) Infiltración y copamiento de la FOTIA por su importancia y gravitación.
(d) Copamiento de los ingenios más importantes de la zona.
(e) "Liberación" de los mismos con apoyo de la fuerza militar (Ca. Mte.)
(f) Creación de una "zona liberada" en el sur de Tucumán.
Frente estudiantil
A mi llegada a Tucumán se hallaba en vías de organización, recibiendo apoyo de elementos de CORDOBA, principalmente de adoctrinadores políticos.
El curso en este frente se basaba sobre tres puntos: Organización del Partido; forma de trabajo del Partido y ejecución en el Frente Estudiantil.Frente Social o Barrial
No se encontraba debidamente organizado en febrero de 1975.
No se encontraba debidamente organizado en febrero de 1975.
Ello obedeció a la falta de desarrollo político debido a la prioridad del Frente Militar.
No obstante, el ERP lo consideraba al barrial como el más importante para la captación de masas.
Su sistema celular tenía como misión conquistar el perímetro de los principales centros Esto posibilitaría lograr un frente amplio que diversificase el accionar de las fuerzas legales.
Frente Militar
Constituído por la guerrilla rural (ERP) - Ca Mte "RAMON ROSA GIMENEZ" y urbana.
Las células que trabajan dentro de este Frente tenían la misión de dirigir políticamente la marcha del aparato militar en cada nivel tomando constantemente las medidas necesarias para reforzar el trabajo político del PRT.
Frente Juvenil
En este aspecto el PRT era sumamente ambicioso y su finalidad apuntaba a la conquista de las escuelas secundarias (dentro del Frente Estudiantil).
Frente Legal y Frente Político
No era más que una aspiración ya que no estaban dadas las condiciones para iniciar su acción.
La Compañía de "Monte Ramón Rosa Jimenez"La historia del PRT se remonta al año 1965, cuando se fusionan dos grupos marxistas, uno de los cuales -liderado por Roberto Mario Santucho- se denominaba FRIP, Frente Revolucionario Indoamericano Popular).
Su acción subversiva se desarrolla a través de los años, y recién a fines de 1972 comienza a nacer, en la selva, lo que luego de la muerte de Ramón Rosa Jimenez se convertiría en "Compañía de Monte".
La primera célula del ERP. La primera estaba integrada por sólo tres personas:
Ramón Rosa Jimenez, Angel Vargas y Máximo Sosa, quienes se dedicaban a realizar actividades de propaganda y practicaban tiro al blanco con calibre 22 largo.
La zona hacia donde convergían las todavía débiles células marxistas era el sur de la provincia de Tucumán.
Las localidades: Los Sosa, Santa Lucía, Frias, Silva, Caspichango y Monteros.
Ya en julio de 1972, la célula se agranda y son presentados Juan Manuel Carrizo, Manuel Negrín y otros futuros jefes que andaban escapando de las autoridades y por eso se refugiaron en el monte.
En noviembre del 72, se realiza la primera de las acciones armadas consistente en un "reparto" de leche en Santa Lucía, Las Mesadas y Zavalía contando con un camión que asaltaran de la empresa Cootam.
Las armas en la oportunidad eran el rifle calibre 22 con el cual se realizaban las prácticas de tiro, una pistola calibre 45 y un revolver calibre 32.
Hacia febrero del 73, habiendo recibido fondos de la Capital, se hacen los primeros repartos de ropas a niños de la zona.
En paquetes que se habían encargado de comprar ellos, se introduce, junto con una remera y un pantalón corto, un banderín del ERP.
Hasta ese entonces nunca se había hablado de desatar una ofensiva en la selva, por lo cual toda la labor se llevaba a cabo en las localidades a caballo de la ruta 38.
Corría febrero del 74 cuando Carrizo, que ya había tomado a su cargo la comandancia de la provincia, decide plantear la necesidad de una instrucción militar completa, dada la magnitud de las fuerzas represivas que el gobierno concentraba en la provincia.
Y es en marzo de 1974, sobre los últimos días más precisamente, que se recibe por primera vez la orden de algo que luego se haría cotidiano: "subir al monte".
Cerca del Ingenio "Fronterita" se levanta el campamento inaugural, compuesto por los siguientes guerrilleros: Mario Roberto Santucho, Antonio del Carmen Fernandez, Roberto Coppo, Manuel Negrín, Eduardo Pedro Palas, Salvador Falcón y quince más, los cuales se repartían en dos grandes carpas, 10 hamacas y varias bolsas de dormir.
El armamento, ya significativo, sumaba 6 FAL, 5 mauser, 4 escopetas BATAN, 4 rifles calibre 22, 1 fusil Madsen, una ametralladora MAC, 2 ametralladoras PAM, 1 fusil Remigton, 6 pistolas 45, 4 revolveres 38 largo, 2 pistolas calibre 9 mm., 2 revolveres 32 y 9 granadas de mano.
Es entonces, a fines de marzo, como quedó dicho, cuando Roberto Mario Santucho adelanta la decisión de abrir un frente rural guerrillero, no antes.
Desde ese momento las prácticas de tiro, de secuestro y las charlas ideológicas se sucedieron todos los días.
No hubo necesidad de bajar en busca de alimentos, por cuanto los mismos ya se encontraban convenientemente camuflados en la zona selvática donde se levantaba el campamento.
Terminadas las prácticas de rigor, Santucho les confiesa a sus combatientes que del núcleo presente saldrá el grueso de la "Compañía de Monte", que se ha decidido llamar "Ramón Rosa Jimenez".
Algunos de los guerrilleros, según informes de inteligencia, estuvieron en desacuerdo, pues alegaron que la muerte del supuesto mártir del pueblo había dejado bastante que desear.
Finalmente, sin embargo, ese fue el nombre, nombrándose como jefes a Hugo Alfredo Irurzun y Salvador Falcón.
Ya listos para entrar en acción realizan, durante el año en curso, las siguientes acciones:
30 de mayo, copamiento de Acheral;
24 de junio, copamiento de Siambón;
26 de julio, copamiento de la fábrica Norwinco en Bella Vista;
26 de julio, también, expropiación de un camión de azucar del Ingenio San Pablo y reparto de su contenido entre pobladores de Villa Carmola;
10 y 11 de agosto, fracaso en el copamiento del Regimiento de Infantería Aerotransportado 17, con asiento en Catamarca;
20 de septiembre, copamiento de Santa Lucía, donde asesinan a un agente de policía;
15 de noviembre, copamiento de Los Sosa;
15 de diciembre, copamiento de "La Reducción";
17 de enero del 75, copamiento de Potrero de las Tablas y de San Rafael.
De Acheral a Catamarca
De los operativos espesificados más arriba, es conveniente pasar rápidamente revista a dos de ellos, para ver como actuaba la "Compañía del Monte".
El ataque a Acheral se planifica contando con cinco grupos distintos, encargados, cada uno de ellos, de copar una posición previamente determinada.
El grupo 1 se encargaría de la comisaría de Acheral; el 2 de la Telefónica; el 3 de la estación de ferrocarril; el 4 actuaría como contención, mientras el grupo 5 arengaría al pueblo.
El objetivo fue fácil de tomar, no habiéndose registrado víctimas ni del ERP ni de la población.
Con posterioridad al hecho, la "Compañía" se divide y un contingente marcha hacia Santa Lucía procediendo a erigir en las cercanías el campamento denominado "Niño Perdido".
El 10 de agosto de 1974, la "Compañía del Monte", comandada por sus jefes, irrumpe en la provincia de Catamarca con la intención de copar el Regimiento de Infantería Aerotransportada 17, dar muerte a los jefes y oficiales, fusilar a su comandante y tomar rehenes de entre aquellos.
La enérgica actitud del Coronel Cubas, que, desconociendo órdenes superiores, se lanza a perseguir al oponente, causándole 17 bajas importantísimas, es el primer triunfo de las armas argentinas contra la subversión marxista.
El lauro obtenido en la oportunidad cobra mayor relieve por el incumplimiento de Cubas, al cual no le importó su carrera ni la incomprensible estrategia del Comando en Jefe -seguidora en un todo de la tesis de Perón: "La subversión es un problema policial"- a la hora de responder con fuego, y no con discursos o deseos, al fuego enemigo.
La estrepitosa derrota del ERP no alcanzó a consumarse en razón de la fuga que inició, retirándose hacia Tucumán donde el general Menendez, comandante de la Vta. Brigada, no pudo cerrarles el paso ni encontrarlos, despues, cuando realizó una desgraciada incursión en la selva.
Estas dos acciones -satisfactoria la primera, catastrófica la segunda- marcan el principio y el fin, respectivamente, de una etapa que el ERP juzgó luego como "apresurada", pues hubo de comprender que si bien copar una localidad indefensa era tarea fácil, no resultaba lo mismo intentarlo con un regimiento.
Es cierto que en otras partes del país ya lo habían hecho, pero en este caso se encontraron con uno de los principales jefes de la lucha antisubversiva -el coronel Cubas, cuyo retiro de las filas activas del arma me sigue resultando inconcebible- y con una unidad dispuesta a vender cara su derrota.
A partir del revés en Catamarca, el buró político del PRT decide dejar sin efecto diversas tomas que planeaban y seguir, en cambio, con las distintas poblaciones a la vera de la ruta 38.
Así, en Santa Lucía asesinan a mansalva al agente de policía Ibarra, que, según decían los miembros del ERP, era el responsable de la muerte de Ramón Rosa Jimenez.
El número de adherentes a la "Compañía" crece en forma vertiginosa entre julio y diciembre del 74, porque, además, hacia fines del año, en viajes que realiza a los campamentos del monte Jorge Carlos Molina lleva la orden de que era necesario incorporar a mujeres.
La "Compañía de Monte", ocupaba, según informaba "El Combatiente", órgano del ERP, una franja de territorio que se extiende desde El Siambon hasta las márgenes del Río Colorado, con una longitud de unos 150 Kms. aproximadamente.
Sus integrantes bolivianos, chilenos, uruguayos y hasta algunos cubanos, descontándose la mayoría de argentinos, hacían en la selva un curso teórico-práctico comparable al de los mejores guerrilleros del mundo
Actividades y lecturas
En cada campamento hay un oficial de semana que se encarga, durante los tres días que es designado, de controlar el funcionamiento normal del énclave, de ordenar y regular las guardias y, finalmente, de elevar al Estado Mayor un parte diario con las distintas novedades acontecidas.
El oficial de semana, que no puede, bajo ningún aspecto, dejar el campamento, deberá, además, garantizar el cumplimiento de las sanciones que se den y de las normas que rigen la vida de los guerrilleros en común.
Las guardias se hacen en turno de 24 horas, rotando cada doce horas (de 7 de la mañana a las 19 horas).
Las ordenes que tienen quienes asumen la responsabilidad de la guardia son varias, y su incumplimiento es severamente castigado: no pueden sentarse, ni hablar, ni fumar.
Tampoco pueden dejar sus puestos y, mucho menos, el campamento
En general todos los guerrilleros tenían ordenes de usar el uniforme verde en forma permanente, debiendo salir e ingresar al campamento haciendo uso del mismo.
Las actividades diarias, que variaban en algunos casos, seguían un mismo plan, que era el siguiente:
0500 hs - Fajina - E.M., Oficial de Semana0531 hs - Diana Tropa0530 a 0543 hs - Desarme de carpas0545 hs - Gimnasia0600 hs - Desayuno0700 hs - Formación
(x)0730 hs - Actividades por pelotón1200 hs - Almuerzo1230 a 1430 - Descanso - Orden interno -1430 a 2000 hs - Actividad por pelotón2130 hs - Cena2230 hs - Silencio Finalmente, existían para todos los combatientes, 13 normas para el funcionamiento externo, de obediencia obligatoria:
1) La salida del campamento será siempre de dos compañeros como mínimo.
2) Se observarán estrictas medidas de seguridad en toda nuestra actividad, visita de contactos, chequeos, reconocimientos, etc.
3) Se montará un compañero de guardia en todo tipo de tarea y siempre habrá un responsable de la tarea.
4) No se dormirá en las casas de contactos, simpatizantes o población.
5) No se usará los contactos por comodidad personal o tarea fuera de planificación.
6) Se usará unicamente caminos seguros y de acuerdo al plan.
7) El jefe de pelotón, comunicará al oficial de semana el horario de salida y entrada de todos los compañeros.
8) El regreso al campamento nunca podrá ser posterior a diana.
9) Todos los compañeros deberán levantarse a diana, independiente del horario de llegada y cumplir el plan de horarios.
10) Se prohíbe toda actividad fuera de planificación, comunicándose casos excepcionales al jefe de pelotón.
11) Toda novedad de importancia debe ser comunicada inmediatamente al A.M. (seguridad, datos operativos, inteligencia, etc.)
12) Los jefes de pelotón, elevarán a las 0900 hs. el parte diario al E.M.
13) El lunes no habrá actividad hacia afuera, quedando concentrados todos en el campamento.
Movilización y sanidad
El "modus operandi" era el siguiente:
Cada jefe de grupo reunía a su gente y se trasladaba desde los campamentos al lugar indicado por el "Comando Superior" para realizar el "operativo".
En ese caso, los guerrilleros utilizaban la ropa de combate color verde oliva, llevando debajo de las mismas las de civil.
Una vez cumplida la misión encomendada, el grupo se trasladaba a un punto no determinado, donde se despojaban del uniforme y armamento, quedando vestidos de civil, mientras que el apoyo, que consistía en un vehículo automotor, con leyendas comerciales, se encargaba de trasladar uniformes y armamentos hacia zonas de seguridad de la "Cia.".
Los combatientes quedaban con armas cortas en su poder (pistolas Cal. 45).
En cuanto al regreso, lo efectuaban en grupos de a dos sin utilizar medios de transportes, como medida preventiva de seguridad.
En Tucumán la ofensiva del ERP se basaba sobre un trípode perfectamente estructurado que consistía en:
a) La contínua intensificación de las actividades de agitación de masas, aprovechando las situaciones visualizadas como desfavorables por estas, en particular en el ámbito obrero-estudiantil.
b) La construcción del partido y su ejército, mediante una adecuada selección de postulantes, intensa capacitación, severas medidas de seguridad, en especial de compartimentación, y dinámica estructuración de organismos de conducción y control.
c) Un permanente esfuerzo de difusión de propaganda a nivel nacional mediante la propia prensa, panfletos, pintadas y acciones armadas propagandísticas.
Subsidiariamente, la difusión a nivel internacional, mediante la agencia de noticias APAL, de sus ideas y logros.
Según la comunidad informativa, en ese entonces, la compañía de monte del ERP tenía armamento pesado antiaéreo y estaba concentrándose para una ofensiva general. En pozos debidamente guardados de la humedad, los guerrilleros almacenaban en plena selva, alimentos, medicinas y armas, como así también explosivos.
Para su alimentación empleaban muchas legumbres, -que les eran vendidas por traficantes de la zona- pastillas vitamínicas, fideos, pan y gran cantidad de conservas.
Es curioso como en los diarios de campaña secuestrados, el menú se repite día tras día, primando los fideos y las tortas fritas.
En cuanto a problemas sanitarios, tan importantes para cualquier contingente armado, el ERP los tenía solucionados en la ciudad, pues en sus refugios, y con la complicidad de no pocos médicos conocidos, podía realizar operaciones delicadas.
En el monte la cosa cambiaba. Había dos clases de botiquines, uno "para médico" y otro "para escuadra", que se guardaban en algún lugar de la selva denominado "puesto de socorro".
La "Compañía de Monte" estaba en condiciones de efectuar intervenciones de cirugía mediana y mayor de emergencia bajo anestesia total.
Solo que las condiciones no eran ni remotamente tan seguras como en la ciudad.
Al servicio sanitario lo tenían estructurado de tal forma que había un médico siempre disponible, al cual desde la selva se le hacía saber que sería requerido en el "puesto de socorro" del pelotón.
Además, existían lugares de asistencia menor para cada una de las escuadras. El botiquín para escuadra es de inferior calidad que el "para médico", pero con todo en él se podían encontrar vendas, elementos para realizar una anestesia parcial y material para suturar heridas.
El aparato de comunicaciones del ERP
Como el Ejército Revolucionario del Pueblo se desplazaba indistintamente del monte a la ciudad, debía tener montado un equipo de comunicaciones de primera calidad, que fue posible destruir luego de la batalla de Manchalá.
Hasta ese hecho bélico, acontecido el 5 de junio del 75, las células de San Miguel de Tucumán, la compañía de monte y distintos pelotones que eventualmente transitaban por provincias lindantes (Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba), utilizaron sistemas altamente refinados.
Organización de las redes o sistemas de enlace por radiosa)
Estación central o cabecera
a) Su misión era tener un panorama general y al instante del funcionamiento de todas las estaciones a su cargo.
b) Estación vigía
Caracteriza a esta estación su ubicación generalmente alejada de la central con respecto a las demás estaciones.
El tráfico de información es en su mayoría unilateral y esporádico de esta a la central.
Su accionar dentro de la red se encuentra bien determinada: suministra información desde el momento en que se produce un hecho previsto por el mando operativo (no informa acerca de una situación desconocida).
c) Estación de combate
El tipo de información que suministra generalmente la estación de combate indica los cambios que se producen en el operativo y que requieren nuevas órdenes del mando correspondiente.
En las situaciones peligrosas la estación establece contacto en forma permanente con la central.En los casos en que debía funcionar coordinadamente con otra o varias estaciones del mismo tipo, el ERP necesita disponer de un canal distinto al de la central, sino utiliza la misma con una coordinación que debido a su tráfico no interesa al mando operativo y, por ende, a la central de comunicaciones de la Red radioléctrica.Disposición de canales de una radio (por ejemplo)Canal 1 canal central 26975 KHZ Canal 2 canal central Rec 27015 KHZCanal 3 canal de emergencia 27205 KHZTodos los equipos contienen un canal común llamado canal de emergencia
Red más completa con centrales y subcentralesSe interpreta que en las redes tienen un canal (frecuencia) central (principal) y otro de recambio (secundaria)
Material capturado
a. Tipo de equipo radioeléctricoDe la documentación capturada pudo establecerse que el ERP se inclinaba a utilizar equipos de bandas ciudadanas.
Los expertos basaban su juicio por el tipo de equipo, la frecuencia de trabajo y los cristales encontrados.
Podría agregarse que estos equipos son de fácil adquisición en los comercios, siendo parte del material importado en su totalidad.
b. Características particulares
1) Alcance aproximado de alrededor de 15 Km. pudiendo incrementarse con antenas de fácil construcción y reducido tamaño.
2) Esta capacidad de alcance hasta aproximadamente 15 Km., lo hace, a la vez, difícil de localizar por los radiogoniómetros, ubicados a distancia mayores.
d. Instrumental
El más importante era el GENERADOR DE RADIOFRECUENCIA VARIABLE capturado.
De reducidas dimensiones y peso, su rango de operación varía desde 1,5 Mhz a 250 Mhz,resultando altamente preciso en la lectura de la marcación, según pudo comprobarse.
Este tipo de instrumento se emplea en laboratorios electrónicos para determinar frecuencias de trabajo de transmisoras -receptores, para realizar marcaciones con elevada precisión.El ERP lo usaba para determinar las frecuencias de trabajo de equipos radioeléctricos de propia tropa, completándolo con receptores comerciales de distintas bandas.
De esta manera, uno o dos oponentes se acercaban al objetivo para hacer escucha con los receptores comerciales en forma disimulada.
Sintonizada la emisión, se colocaba la antena apropiada en el instrumento y se realiza la medición.
e. Oscilador casero
El oscilador armado en una jabonera nos indicaba que los subversivos se capacitaban en el aprendizaje de telegrafía; reafirmaba esa opinión el haberse encontrado en la libreta de un subversivo el Código morse completo.
Conclusiones
De lo anterior pudimos extraer las siguientes conclusiones:
a) Conocíamos las redes radioeléctricas subversivas.
b) El material radioeléctrico capturado era transportado por personas que llevaban dos equipos de reserva, el propio y uno para AZUL, todos en servicio. El resto, 6 equipos, estaban fuera de servicio.
c) Usaban equipos comerciales de fabricación japonesa y en bandas ciudadana
d) Los equipos en servicio, de preferencia eran los transceptores MIDLAND.
e) El alcance de los equipos era de aproximadamente 15 km y 5 w de salida.
f) El oponente tenía suficiente capacidad como para determinar las frecuencias de trabajo de equipos radioeléctricos del Ejército, fácil y disimuladamente.
Los equipos de distribución
Los equipos de distribución
No se me escapa lo dificultoso que puede resultarle al lector seguir esta parte del libro, sin desfallecimiento ninguno en su interés.
Las nomenclaturas técnicas, referidas más arriba, y las especificaciones organizativas que debo hacer a continuación, si bien carecen de importancia para muchos, resultan de inmenso valor para quienes debimos combatir en la ciudad y montes del Tucumán.
Y, después de todo, si me animo a volcar sobre el papel estos recuerdos de mi andadura norteña, no es, ni pensando en un éxito editorial -que no puedo asegurar- ni buscando justificarme, pues nada tengo que justificar.
Lo hecho, hecho está, y no me arrepiento.
Si escribo mis memorias, pues, es con la secreta esperanza de allegar a mis camaradas y a los argentinos en general la experiencia recogida en un teatro de operaciones que todavía no está cerrado y que puede seguir extendiéndose.
Por eso, pidiendo de antemano disculpas, me apuro a penetrar en la organización celular de propaganda con que contaba el ERP, en la seguridad de que sin un acabado conocimiento de ella, todo intento futuro de captar los movimientos del enemigo será baldío.
El desarrollo constante de todas las células subversivas implica un considerable aumento cuantitativo en el volúmen de las tareas de distribución.
No sólo en el volúmen de los materiales que se necesita distribuir, sino en el acondicionamiento y preparación de nuevos lugares a donde debe llegar la propaganda marxista.
Este aumento, que fue constante hasta mi arribo a Tucumán, significaba, para el ERP, emprender nuevas tareas y asumir otras tantas responsabilidades que le obligan a dar un salto de carácter cualitativo en su estructura.
Sin embargo, los métodos, aun rústicos, que subsistían en la construcción de las unidades de distribución, se adecuaban a las nuevas circunstancias, constituyéndose en una tabla ostensible para el conjunto de la actividad partidaria.
De los documentos secuestrados, se desprendía que era una práctica reiterada que Regionales, Zonas, Frentes y Células no recibiesen regularmente la propaganda nacional.
A veces se juntaban dos números, o se debía postergar la entrega más días; perdiéndose, así, un tiempo precioso.
Por eso, llegó un momento que el Estado Mayor del ERP ordenó, centralizó el control de los equipos y aparatos de distribución a nivel regional y en todo el país.
Células de distribución
Eran células de aparatos.
Su misión residía en garantizar diariamente, con criterio de masa y aplicando estrictamente todas las medidas conspirativas, el traslado de los materiales de propaganda y agitación partidaria, a las organizaciones del Partido según determinase la dirección nacional, regional y de frente.
La referida célula tenía que estar siempre y en todos los casos formada por tres miembros del partido, pues, de acuerdo a los lineamientos teóricos del ERP, sus organizaciones, para penetrar en las masas, formar su conciencia y organizarlos para el combate revolucionario, debían necesariamente formarse en la dialéctica marxista del partido.
Por un lado los equipos de distribución profundizaban y desarrollaban, día a día, las tácticas y métodos conspirativos (transporte, berretines, minutos, etc.) tratando de tener asegurado, en forma fluída y permanente, la lectura de propaganda de todas las organizaciones.
Pero este trabajo, - reconocido por el Estado Mayor del ERP, - se les fue haciendo más y más difícil, "ya que la represión y el control de las calles se acrecienta notablemente".
De buenas a primeras, pues, el problema de la distribución se tornó un problema complejo, que el ERP debía tomarlo en toda su dimensión, porque sobre él se basaba la actividad revolucionaria central de todas sus organizaciones.
Reclutamiento y formación de los miembros de la distribución
La célula de distribución integrada por irregulares que hubiesen demostrado su total compenetración con los postulados del marxismo leninismo, eran o, al menos, debían ser concientes que sobre ellos el ERP deposita la misión de distribuir todo el material de propaganda y agitación que alimentaría la mente del pueblo.
Al formarse el equipo se le tomaba juramento de lealtad al partido, al "pueblo" y a la revolución socialista, en ceremonia especial y con la presencia de la dirección política que la organizaba y velaba por la formación política e ideológica de los miembros que tomaban esta tarea.
La estructura de los equipos se desarrollaba sobre la base de elementos especializados en los pormenores de la "psicopolítica", es decir, de la técnica del lavado de cerebro y de la propaganda en general.
Sólo sería posible lograr este objetivo, según el ERP, si los guerrilleros formaban grupos de trabajo estrechamente ligados a las masas; es decir, si vivían con el pueblo, se "nutrían" de él y aprendían a "utilizar sus recursos, alimentando su energía creadora, su espíritu de sacrificio y su voluntad de combate".
Pero todo esto en la práctica se demostró que era pura fraseología, pues ese pueblo -que no era, precisamente, el crispado proletariado de Marx, ni el de los manuales leninistas- se mostró remiso a colaborar, ni bien el ejército entró en operaciones.
Antes no era compenetración con el enemigo, sino miedo, lo que había caracterizado la relación entre cañero y obrero tucumano y el ERP.
Ahora bien, cada nivel de dirección partidaria creaba un equipo de distribución capaz de cubrir las necesidades de su nivel de organización.
Así, desde un nivel superior-regional- no se podía distribuir materiales a organizaciones y aparatos de un nivel inferior -frentes-.
En el caso de estos últimos, debían tener en cuenta el desarrollo partidario y orientarse en perspectiva con los mismos criterios que las direcciones superiores, o sea, las regionales y zonas.
Los equipos de distribución, siendo células técnicas, altamente especializadas en su labor, disponían de determinados recursos que les eran indispensables para cumplir su misión en forma regular y permanente, y con la independencia necesaria que necesitaba su trabajo específico.
Sus herramientas de trabajo (buzones, transporte, etc.) se hallaban centralizados por un equipo designado para la tarea, el que respondía por su seguridad y cuidado.
El problema principal que se le planteaba al ERP para la formación y construcción de la infraestructura y los medios con los que se hacía la distribución, era resolver el desafío de nuestras tropas que, cuando menos en la ciudad -ámbito central de la subversión- operaban de civil, sin cortapisas de ninguna índole y con la seguridad de que toda su acción era respaldada por el Comandante de la Brigada.
Para encontrar una correcta solución a este problema era necesario conocer en profundidad las distintas actividades de un Ejército que había dejado de operar conforme a los dictados de la guerra clásica, resolviéndose a adoptar métodos no convencionales de lucha.
En definitiva, era una disputa entre la inteligencia de uno y otro bando, disputa que hubo de ganarse ni bien el pueblo, antes atemorizado, se volcó a colaborar con las tropas de la Vta. brigada.Etapas, procesos y tareas de la distribución
Buzones
Las características de los buzones variaba de acuerdo al volúmen de los materiales que se recibían y a la zona donde se realizaba la tarea.
Los materiales determinaban las características esenciales que debían cumplir buzones y buzoneros (lugar y colaboradores).
La infraestructura utilizada para recibir los materiales que se envían del organismo superior, era responsabilidad de la dirección política zonal, la cual debía garantizar, siempre y en todos los casos de manera fluída y permanente, las normas de seguridad establecidas.
Los jefes de los equipos de distribución eran responsables del cuidado, educación y consolidación política e ideológica de los colaboradores, quienes debían estar preparados para acoplarse a cualquiera de las tareas antedichas.
Transporte
Recibir y transportar a pié, en bicicleta, moto, auto, camión o lomo, resultaban para el ERP las dos partes esenciales del proceso.
Transportar los materiales suponía en Tucumán todo un riesgo que las direcciones debían saber determinar previamente, tratando de no arriesgar ni a la célula ni a la organización.
Asimismo, los equipos de distribución necesitaban aprender el arte de transportar los materiales en las entrañas del Ejército, lo cual resultaba un trabajo complejo y sumamente peligroso debido a nuestros controles.
El ERP pronto percibió que una mayor cantidad de material implicaba un incremento considerable en los movimientos y el volúmen de la tarea.
Razón además, entonces, -a fin de no exponerse ni exponer la seguridad que paralizaría al conjunto de las organizaciones del Partido, para dividir el transporte.
Cada subversivo sería responsable del traslado de cierto tipo de material a una cantidad determinada de lugares, manteniéndose estos lugares tabicados entre ellos.
De esta forma, al tener una determinada cantidad de entrega y un volúmen establecido, el guerrillero podría especializarse en el arte de transportar panfletos, berretines, minutos, por un lado, y, por el otro, podría construir, organizar y planificar su actividad sobre las bases de apoyarse en colaboradores con la intención de ir formando una red de transporte que garantizase siempre y en todos los casos el cumplimiento de su misión.
Comprendiendo en profundidad el contenido que tenía la tarea de distribución y los criterios vigentes en la concepción de los mismos, la plana mayor del ERP trataba de darle a este trabajo y al volúmen de materiales a distribuir la debida importancia en la estrategia general.
Recapitulando, el miembro dedicado a la distribución debía:
1.- Organizar y dirigir el equipo. Garantizaba que la distribución se cumpliese en los términos y con los métodos establecidos por la dirección de la cual dependía.
2.- Establecer una correcta división del trabajo en el equipo, determinando las funciones y responsabilidades de cada miembro encargado de transportar propaganda escrita.
3.- Responsabilizarse de la formación política e ideológica de los guerrilleros de su equipo. Debía impulsar la ligazón con las "masas", controlar la atención de contactos y colaboradores y velar por los criterios de trabajo.
4.- Cuidar la disciplina y la "moral" de combate de su equipo. Respondía por la seguridad de todos los "combatientes" que participaban en las tareas y el cuidado de los aparatos y medios que el ERP destinaba para la tarea.
5.- Responsabilizarse del control total de los planes de distribución que correspondían a su equipo, garantizando que los materiales se entregasen en los plazos y normas de seguridad fijadas por la dirección. Sobre él recaía, además, el peso principal de la planificación y el estricto cumplimiento de la misma.
6.- Recolectar el dinero que recaudaba de la venta de materiales, entregando semanalmente los fondos a la dirección.
7.- Presentar a la dirección zonal un informe semanal que contuviese
a) materiales recibidos, cantidad y títulos; donde y como eran recibidos;
b) materiales distribuidos, cantidad y título, cómo eran trasladados y recibidos;
c) materiales en depósito, cantidad del equipo, trabajo de masas, infraestructura y seguridad.
8.- Cumplir su misión trabajando estrictamente ligado a la dirección de propaganda y concurrir a ella según lo considerase necesario la dirección, sea en forma regular o permanente.
9.- Coordinar con la unidad que le entregase los materiales el cumplimiento de las medidas de seguridad que establecían para recibirlos.
El responsable de los transporte debía, mientras tanto:
1.- Especializarse y desarrollar todas las técnicas y métodos conspirativos para el transporte de los materiales de propaganda a los lugares que la dirección determinase.
2.- Mantener una estrecha vinculación con el pueblo, aprovechar sus recursos y basarse en ellos para crear una red de transportes naturales que surgiese y creciese con las propias características del medio en que debía actuar.
3.- Velar por la información, consolidación y seguridad de los colaboradores que apoyasen su tarea.
4.- Elaborar una hoja de ruta, planificar el recorrido de cada distribución, tener profundo conocimiento del terreno y sus características particulares, estudiando los movimientos del Ejército y su forma de actuar para así eludirlo con habilidad e iniciativa.
5.- Responsabilizarse de todo el proceso de traslado de materiales que se le asignaran a los lugares que se hubieren determinado, garantizando el uso de los métodos y técnicas conspirativas.
Debía moverse con minutos elaborados, usar berretines, disfraces y todos los recursos necesarios para siempre, y aun en las peores condiciones de la guerra, cumplir su misión con eficacia y prontitud.
6.- Preservar y desarrollar todos los medios que le asignara el Partido, de los que debía responder. Especializarse en el transporte de materiales estrictamente vinculado a su equipo.
Finalmente a los colaboradores de la distribución les tocaba:
1.- Apoyar la distribución de los materiales en sus diferentes etapas.
Era su responsabilidad evitar también la seguridad de su familia, velando por la consolidación política e ideológica del Partido.
2.- Rechazar tareas al márgen de la distribución que expusieran la seguridad de la actividad principal
Célula de agitación y propaganda (en el Frente Gremial)
Tito:Probablemente uruguayo.Hasta Feb. 75 estuvo en TucumánActualmente estaría en Buenos AiresUsa el nombre falso de FERMIN ZELAPAYANMariano:
JUAN CARLOS CHAPARRO(a) Juanco(a) FelipeBenjamín: ANGEL FERMIN NUÑEZ - (a) CachoRoque:
JOSE MARTIN PAZ Raymundo: RUBEN JESUS EMPERADORTiti: HECTOR ENRIQUE ROMERO Pedro: MIGUEL ANGEL NUÑEZ
1. MISION
a. Reclutar nuevos elementos
b. Proporcionar apoyo logístico Ca. Monte
c. Distribución de propaganda
2. LUGAR DE REUNION
En la casa situada en FRANCISCO AGUIRRE 2600 (Ciudad de Tucumán)
3. RECLUTAMIENTOS REALIZADOS
Hermanos ALMARAZ (a) El Conejo y (a) El Sucio (Ingenio SAN JUAN)
4. TRABAJOS DE APOYO LOGISTICO REALIZADO
Transporte de 3 (tres) FAL desarmados, víveres y elementos de sanidad recibidos en Río Colorado (debajo del puente) por ARMANDO y LYN.
Célula de Finanzas, propaganda y sanidad
Monina: LUCIA LOZADA.Mariano: JUAN CARLOS CHAPARRO. Químico industrial.Manolo: Médico.Inés: SILVIA KREIMAN, (a) Peti, (a) Petisa.Isidoro: Tupamaro.César: ANDRES FERNANDO CHAMORRO. Médico cirujano. (a) Ñato.Alfredo: MARIO EMILIO JARMAN. Médico pediatra y clínico.
Curso de instrucción del ERP
El siguiente es parte de un curso de instrucción del Ejército Revolucionario del Pueblo:
EL LEVANTE DE AUTOMOVILES
Con respecto a estos todavía existen una cantidad de "deficits" que en base a experiencia y práctica deben mejorar indefectiblemente el método más aplicable.
Chequeo
Se ha comprobado que el chequeo es la norma principal que debe regir en todos los equipos para posteriormente "levantar un auto".
El chequeo debe realizarlo el "trío" en zonas (barrios) alejados a su funcionamiento, tomando de los mismos radios de 10 cuadras y en los horarios en que la gente generalmente sale para ir a su trabajo (5,30 a 7,30).
Para tener una buena constatación de los autos chequeados, los mismos deben hacerse no menos de tres días seguidos (aunque no debe ser estrictamente.)
Anotación
Cuando un chequeo no se considera firme, un método para su conservación es el de tenerlo anotado, pues cuando se requiere un automóvil de tal o cual referencia, solo hace falta recurrir a la anotación y no a todo un chequeo.
Y antes de levantarlo, "como garantía", se lo chequea una vez más.
Por cierto que la anotación deberá ser bastante clara: automóvil, forma de llegar, dirección, forma de salir.
Levante
Por lo general esto surge de las características de los propios compañeros.
Pero mecanizándolo un poco, se opta por la intervención de todo el trío en el levante (esto para garantizarlo).
Dos para el levante; uno de apoyo ó campana.
En el levante
Llevar al dueño del vehículo.
No dejar que el levantado pueda hacer un reconocimiento fisonomista de los compañeros.
De existir la oportunidad se le explicará políticamente al levantado el porqué de la acción.
Depositar al levantado
Uno de los "deficits" que existían en el levante era principalmente en el depósito de los dueños de los vehículos; porque se los dejaba cerca de algún teléfono ó por alguna ruta donde el mismo encontraba pronta ayuda.
Esto deberá ser solucionado por los "tríos" en base a su conocimiento de la zona y sus características.
Fin del vehículo
Posteriormente de ser utilizado (si el coche no se quema, se puede camuflar y ser utilizado nuevamente), caso contrario desmantelarlo en lo posible y quemarlo.
Armamento en el coche operativo
Armas cortas: Pistolas 9 mm y/o 45 mmGranadas: Montoneras FM - 1
Armas largas: FALSub-ametralladoras: Halcón - UZZI - PAM 1, 2 ó 3 - PA 3
Municiones 9mm.; 45 mm.; 7,62 mm.
En lo posible tener un cargador de repuesto.
Adicionales
(1) lata de un litro con clavos miguelitos, estas pueden ser 3 ó 4.
Se aclara que la movilidad de los clavos debe ser bastante holgada para no permitir que los mismos se encajen, ni queden enganchados.
(2) Aceite quemado.
Para el automóvil
(1) Invertir los cables del stop de frenos con el acelerador.
(2) Se le puede aplicar una sirena igual que a los autos de investigaciones.
Distribución en el coche operativo
Distribución del armamento
Chofer: Arma corta: 9 mm. y/p. 45 mm.
Jefe de ruta: Arma larga: FAL o Sub-ametralladora
Responsable del equipo: Arma larga FAL o Sub-ametralladora, granada
MUNICIONERO: Arma corta: 9 mm. y/o 45 mm.
Fusilero: Arma larga: FALSe considera importante que todos los compañeros porten armas cortas.