jueves, 2 de septiembre de 2010

IMPRESIONANTE

Por primera vez en Tucumán un colegio abrió sus puertas a las víctimas del terrorismo.

Sucedió en Tucumán, vaya casualidad, CUNA DE LA INDEPENDENCIA Y ESCENARIO DE LA CRUEL GUERRA DE LOS 70.

Esta mañana Victoria Villarruel (Presidente del CELTYV) que llegó a la provincia para presentar su libro

“Los llaman…jóvenes idealistas”, estuvo junto a Victoria Paz y a María Fernanda Viola, la hija del Capitán Viola que sobrevivió al atentado, contando LA VERDADERA HISTORIA, ESA PARTE DE LA HISTORIA QUE LOS JÓVENES NO CONOCEN, en el Colegio Angel María Boisdron, en Yerba Buena.

Una mañana gris y lluviosa despertó a los tucumanos.

Sin embargo, la luz brilló en los corazones de las integrantes del CELTYV (Centro de Estudios legales de Víctimas del terrorismo) cuando se enteraron que un Colegio tucumano les abría sus puertas para que pudieran contar su historia, su dolor, sus ansias de ponerle garra a la vida a pesar de todo y la importancia de crecer sin rencores y sin odios para construir una Argentina mejor.

Las autoridades del colegio las recibieron con tanto afecto, que ya al llegar se les estremeció el alma, por primera vez en su país, ellas iban a dar formalmente una charla a los jóvenes.

Más de 200 alumnos de los últimos años de ese colegio y otros tantos del Pablo Apóstol, escucharon absortos la historia relatada con una claridad absoluta por la Doctora Victoria Villarruel, que les habló con sencillez, con conocimiento y sin ningún tinte político en su exposición, limitándose a relatar cuando y cómo comenzaron a operar los grupos guerrilleros en el país, las diferencias ideológicas de Montoneros y Erpianos, la idiosincrasia de cada grupo, el modus operandis.

Les contó luego que hubo más de 20.000 víctimas del terrorismo entre la población civil y de que manera las familias de todos ellos son ignorados como si fuesen “los verdaderos desaparecidos de esta república”.

Les narró los atentados más paradigmáticos, les contó cuando se creó la Cámara Federal Penal para juzgar atentados terroristas y cómo luego una amnistía dejó a todos en libertad y las víctimas totalmente indefensas.

Fue clarísima y contundente, habló sin retaceos pero con mucha altura y respeto, haciendo tomar conciencia de que la historia está formada por hechos que nadie hubiese querido pero que todos deben conocer, porque ha habido cosas brutales.

Terminó con un video con imágenes de atentados, cifras, cadáveres mutilados, la cara del horror.

Los chicos miraban atentamente, no volaba una mosca en el salón del Colegio Boisdron.

Luego presentaron a María Fernanda Viola, quien cuando tenía 5 años, sobrevivió al atentado en el que murieron su padre, el Capitán Humberto Viola, y su hermana María Cristina de tan sólo 3.

Fernanda nunca había hablado en público y no sabía que hoy le tocaría hacerlo.

Subió al escenario ante el pedido de todos y entre sollozos contó su historia, provocando sollozos y aplausos.

Narró lo que había vivido durante ese atentado atroz y lo que fueron sus años a partir de allí, con tantísimas limitaciones que le dejaron sus 9 operaciones en la cabeza si bien hoy es una señora mamá de dos lindísimos hijos y declaró que “No deja de dar gracias a Dios por haberle permitido vivir, soy un milagro” dijo mientras la concurrencia aplaudía sin parar.

Cuando terminó Fernanda, fue el turno de Victoria “Marujita” Paz, la hija del industrial azucarero José María Paz, a quien ella definió como un “pacifista, un conciliador, un tipo sumamente alegre, sumamente trabajador”.

Muy emocionada habló de la entereza y de la grandeza de su padre, contó los tiempos difíciles que atravesaron antes del atentado, y de que manera su padre los había preparado diciendo que “estaba amenazado pero que había dado la orden de que no se pagara rescate porque él no iba a alimentar a la guerrilla”…..

Marujita contó que ver a su padre morir asi, tan joven y lleno de ínfulas fue un dolor inmenso, pero que luego habiendo visto lo que pasaron otros secuestrados en su calvario, y dio como ejemplo el horror por el que atravesó otro Tucumán, el Coronel Argentino del Valle Larrabure, pensó que eso sí ella no hubiese podido resistir”

El mensaje más fuerte que dejó Marujita, es el de la importancia de crecer sin odios, sin rencores, poniéndole garra a la vida y no imponiendo jamás, bajo ninguna circunstancia, sus ideas por la violencia, NUNCA, JAMÁS.

Dio gracias al ejemplo de su padre que antes de morir les pidió no odiar ni sentir rencor y dijo que gracias a Dios no tenía rencor por nadie y hoy podía, muchos años después, estar trabajando por esta causa en la que ellos se sienten ignorados por el Estado, por la Justicia y hasta por gran parte de la sociedad.

Fue una jornada conmovedora y riquísima.

Como tucumana me siento orgullosa de los dirigentes de los Colegios que hoy invitaron a estas jóvenes mujeres a contar sus historias.

Los abrazos, las lágrimas y los aplausos fueron la constante de esta mañana diferente que quizás sea el primer paso para que nuestros jóvenes estudiantes aprendan que ha habido excesos y atrocidades de uno y otro lado, que hay familias destruidas entre la población civil, que para ellos no hay Justicia ni hay verdad, como dijo entrecortadamente María Fernanda Viola.

Tan fuerte ha sido lo vivido hoy, que el director de otro colegio de Yerba Buena en Tucumán, el Pablo Apóstol, ha invitado para mañana a este grupo para que de su testimonio, la misma decisión ha tomado el Colegio Los Cerros en esta localidad.

NINGUNO LO HACE CON INTENCIÓN DE DIVIDIR, MUCHISIMO MENOS CON EL DE HACER POLÍTICA, NADA MÁS ALEJADO, LA ÚNICA FINALIDAD ES QUE SE EMPIECE A CONOCER LA VERDAD DE LO QUE HA SUCEDIDO, QUE SE PONGA FRENO A TANTA CENSURA Y A TANTA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA.

NOS HEMOS DADO CUENTA TODOS QUE A LOS JÓVENES HAY QUE FORMARLOS, QUE ELLOS TIENEN QUE SABER EN VERDAD LO QUE PASÓ Y HABLAR CON UNOS Y CON OTROS.

SERÁ LA ÚNICA FORMA DE QUE CADA UNO CIERRE HERIDAS, FORME CRITERIOS PROPIOS Y SE DE CUENTA DE QUE HAY ERRORES QUE NO PUEDEN VOLVER A COMETERSE JAMÁS.

DOY GRACIAS A DIOS POR HABER PARTICIPADO TAN INDIRECTAMENTE DE TODO ESTO Y HABER SIDO TESTIGO DE ESTE MOMENTO TRASENDENTAL.

NO DUDO QUE HABRÁ UN ANTES Y UN DESPUÉS Y CONFÍO ABSOLUTAMENTE EN NUESTROS ESTUDIANTES ASI COMO ME SACO EL SOMBRERO COMO DICEN ACÁ, ANTE LAS AUTORIDADES QUE LO HICIERON POSIBLE, PORQUE ELLOS TAMBIÉN SON LOS PROTAGONISTAS DE HOY.

Por ésas cosas de la vida me tocó estar ahí, no puedo todavía dejar de recordar cada frase dicha ni de borrar cada brillo en la mirada de los chicos, ávidos por conocer todo lo que pasó con el sólo propósito de pacificar, de perdonar, de buscar poner de pié a nuestra Patria, para lo cual era imprescindible escuchar esa parte que desde siempre se empeñaron en borrar de sus libros de historia y en ocultarles bajo la mentira.

Ahora como dijo Marujita, “a ponerle garra a la vida”.

Han pasado 35 años, los dolores no se borran, es más, parecería que con la indiferencia de varios sectores ha recrudecido, sin embargo cabalgan en busca del perdón, del respeto y de la paz y esta vez fueron los jóvenes tucumanos los depositarios de esa verdad.

Gracias en verdad a todos lo que lo hicieron posible.

Esta tarde a las 19.30, en el Hotel Garden Park de esta provincia, Victoria Villarruel presentará su libro acompañada de Victoria Paz y del Dr. Javier Vigo Leguizamón, abogado de las familias Larrabure y Viola.

Darán también su testimonio algunas de las víctimas del terrorismo en esta provincia, todos ellos civiles y ciudadanos comunes como todos nosotros.

TUCUMANOS ACOMPAÑEMOS A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO Y ESCUCHEMOS SUS IMPORTANTES TESTIMONIOS.


Luz García Hamilton